Es un informe de expectativas que fue elaborado en el Ministerio de Energía y Minería de la Nación, recayendo otra vez en el sector de exploración de la cuenca neuquina que todavía –pese a los pilotos que han dado muestras positivas- no se termina por imponer como todos confían para el repunte de la economía.
En cuatro años o un poco más –por los escenarios elaborados- “se generarán saldos exportables estacionales”, según explicaron en la Primera Jornada Nacional de Eficiencia Energética desarrollada en la Capital Federal. Agregaron que el país podría volver a tener saldos exportables en 2021-22, si bien se aclaró que por largo tiempo se necesitará importar gas de Bolivia, GNL (gas licuado) o diésel en los picos de invierno, “la situación será mucho más equilibrada desde el punto de vista de la balanza energética y comercial del país”.
El escenario presentado extiende hasta 2025 y parte de supuestos “agresivos” en materia de inversiones sectoriales (unos U$S 20 mil millones por año) y de avances en materia de ahorro y eficiencia. Enfatizan que el país, desde el punto de vista legal, ambiente político y de negocios, tiene futuro promisorio.
Además pronosticaron un aumento del producto interno bruto (PIB) de 2,9% anual promedio durante el próximo decenio, con una caída del PIB estimada en 1,4% durante este año, un repunte de 3,6% en 2017 y avances de entre 3,3 y 3,5% en los años siguientes.
Las cifras que se manejan en la cartera de Energía indican que la producción total del sector será en 2025 un 19,3% más alta que en 2015, al pasar de 86,6 MMTep (millones de millones de toneladas equivalentes de petróleo) a 103,4 MMTep.
El gas, que hoy satisface el 52% de las necesidades internas, bajaría a 49% hacia 2025, mientras el petróleo descendería de 35 a 27%, de acuerdo con las proyecciones oficiales.
La energía hidroeléctrica, por su parte, aumentará del 5 al 6% su aporte, lo cual incluye las presas del río Santa Cruz; Chihuido 1 en Neuquén (en etapa de búsqueda de financiación); Portezuelo del Viento en Mendoza y la expansión de Yacyretá, con la construcción del brazo Añá Cuá.
El aporte nuclear aumentará de 3 al 5% de la matriz productiva, “poniendo en caja el costo de las centrales, con ahorro de dinero y reducción de plazos”, mientras se mantendrá el 1% del carbón y las energías renovables pasarán del 4 al 5% del total, concluía la exposición realizada por un ex referente de larga actuación en la petrolera Exxon Mobil, ahora en funciones públicas.