En junio de 2020 se puso en marcha la línea crediticia que tuvo por objetivo apoyar a grupos de productores ganaderos que se vieron en serias dificultades para la venta de sus animales en pie y fibra animal, debido al contexto de pandemia y al cierre de los mercados a nivel local y global.
En ese marco, un importante segmento de productores se vio en la necesidad de postergar las licitaciones, para la venta conjunta de los lotes de lana que tenían acopiada, clasificada y certificada bajo la normativa del “Programa de Mejoramiento de la Calidad de la Lana” (PROLANA), implementada desde Ley Ovina. Aquella postergación implicaba una pérdida en el poder adquisitivo en un momento clave del año -previo al invierno- tanto para el aprovisionamiento de víveres como para la compra de insumos como forraje o materiales para acondicionar la infraestructura productiva predial y cuidar su producción.
Ante este escenario se diseñó rápidamente un instrumento crediticio con condiciones generales tales como tasas, plazos de devolución y garantías, ajustadas a las posibilidades del sector y fueron destinados más de $ 4.700.000, para prefinanciar un volumen de más de 83 mil kg de lana, alcanzando a 206 familias de productores de 7 organizaciones localizadas en la región Norte, Sur y Centro de la provincia (departamentos Minas, Ñorquín, Chos Malal, Aluminé y Zapala).
Finalmente, la paulatina recuperación de los mercados permitió que, a partir de noviembre del año 2020, las organizaciones concretaron las primeras operaciones de venta. Así, a través de esta estrategia asociativa los productores, lograron un poder de negociación de sus lotes de lana que les permitió hasta más que duplicar el precio de venta de manera individual, posicionándose en otros canales comerciales. El volumen de venta de esta zafra alcanzó a la fecha un valor global de más de $ 28 millones, el cual repercutió directa e indirectamente en las economías locales y ocasionó que los productores pudieran afrontar los compromisos de pagos asumidos.
El Director del Iadep, Claudio Garretón, expresó: “una vez más, se ponen de manifiesto las capacidades productivas, organizacionales y de gestión de las comunidades y grupos de productores rurales que, con el fruto de su trabajo, pudieron hacer frente a los compromisos de pago asumidos”, a agregó que “de este modo, se cierra el círculo de producción, acondicionamiento y venta de un producto neuquino de calidad certificada, en una temporada marcada por los efectos de la pandemia y en donde el Iadep logró recuperar los fondos destinados, para el desarrollo de la producción lanera, permitiendo de esta manera poder asistir financieramente a otros sectores de la economía neuquina”.