La reapertura, que se llevó a cabo los últimos tres fines de semana de septiembre del año pasado como una prueba piloto, ha recibido una acogida masiva en las redes sociales, con cientos de reacciones positivas y numerosas consultas. Sin embargo, la alegría se vio matizada por la noticia de que, por el momento, el acceso está restringido a los afiliados del sindicato y sus familias, quienes pueden invitar hasta dos personas más mediante el pago de un bono contribución de 3 mil pesos por persona.
José Luis Tapia, miembro de la comisión directiva del sindicato, comentó a LMNeuquén que la pista, única en su tipo en la Patagonia y con medidas de 18 por 50 metros, ha sido un símbolo de pertenencia para muchos. La pista, techada y con instalaciones adecuadas para la práctica del patinaje, se presenta como un destino ideal para pasar la tarde, aunque por ahora el buffet del lugar no está en funcionamiento.
A pesar de la exclusividad inicial, Tapia no descartó la posibilidad de abrir las instalaciones al público en general en el futuro, dependiendo de cómo evolucione la demanda y la capacidad de gestión del centro. Esta decisión ha generado cierta desilusión entre quienes no son afiliados, pero también un reconocimiento de la inversión del gremio en ofrecer beneficios tangibles a sus miembros.
León Romero, uno de los afiliados que visitó la pista el día de la reapertura, elogió las instalaciones y la experiencia. "La pista está genial, es grande, buena atención. Vinimos con nuestro pequeño... hay que venir abrigados, con guantes, preparados para pasar la tarde, pero la verdad que me encantó", expresó Romero, destacando la calidad y el disfrute que ofrece este renacido espacio recreativo.
La reapertura de la pista de patinaje sobre hielo de Centenario no solo evoca recuerdos entrañables, sino que también pone en valor el esfuerzo del gremio por revitalizar un lugar icónico, a la espera de posiblemente abrir sus puertas a un público más amplio en el futuro.
La historia de la pista de patinaje sobre hielo en Centenario es un relato de nostalgia y renovación. Desde sus días dorados, cuando fue un centro de entrenamiento para patinadoras artísticas que competían internacionalmente, hasta su resurgimiento actual bajo la administración del gremio UPCN, este lugar ha dejado una marca indeleble en la comunidad. La decisión de reabrir las instalaciones durante las vacaciones de invierno ha sido recibida con entusiasmo por aquellos que guardan recuerdos de infancia y adolescencia en sus heladas superficies.
La exclusividad actual del acceso, limitado a afiliados y sus invitados, refleja un enfoque inicial en beneficiar a los miembros del sindicato, quienes pueden disfrutar de la pista de manera gratuita. Sin embargo, la posibilidad de abrir las puertas a no afiliados en el futuro demuestra una apertura hacia una mayor inclusión, siempre y cuando se puedan manejar adecuadamente las demandas y los recursos del centro recreativo. Esta dualidad entre la nostalgia por el pasado y la esperanza de un futuro más accesible marca un momento crucial en la historia contemporánea de este emblemático lugar.
Además de ser un espacio para el patinaje, la pista también sirve como un punto de encuentro comunitario donde las familias pueden disfrutar de actividades recreativas juntas. Con una estructura techada que permite su uso durante todo el año, la pista no solo ofrece entretenimiento sino también la oportunidad de fomentar la unión y la diversión en un ambiente seguro y bien cuidado. Así, mientras la temporada de invierno avanza y más personas descubren o redescubren este tesoro local, la pista de patinaje sobre hielo de Centenario continúa siendo un faro de tradición y renovación en la región de la Patagonia.
Renacimiento y exclusividad: conocé la pista de patinaje sobre hielo de Centenario
Con el inicio de las vacaciones de invierno, la pista de patinaje sobre hielo ubicada en la ruta provincial 7, camino a Centenario, volvió a abrir sus puertas, generando un furor entre los residentes de Neuquén y sus alrededores. Este tradicional espacio, que ha sido testigo de la diversión y el entrenamiento de varias generaciones, ha resurgido gracias al gremio UPCN, que adquirió las instalaciones y las ha renovado bajo el nombre de Centro Recreativo Centenario.
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