En esta ocasión, Patritti decidió desafiar el tradicional protagonismo del Pinot Noir en la región, ofreciendo una selección de Merlot y Cabernet Sauvignon. Según Grisoni, estas cepas, aunque menos comunes en la zona, tienen un gran potencial y han sido bien recibidas por un paladar local que ha evolucionado significativamente. Los neuquinos, señala, han desarrollado una apreciación por vinos con mayor presencia y complejidad, características que estas variedades ofrecen en abundancia.
El nuevo edificio de la bodega es una apuesta clara por la practicidad y la calidad. Diseñado para optimizar la elaboración del vino, este espacio refleja la filosofía de Patritti de exprimir al máximo el potencial de cada variedad, buscando siempre representar la esencia de la Patagonia en cada botella. Aunque todavía no está abierto al turismo, Grisoni no descarta la posibilidad de que en un futuro cercano, los amantes del vino puedan recorrer sus instalaciones.
En cuanto a la distribución, Patritti sigue enfocada en el mercado regional, con presencia en vinotecas y restaurantes del Alto Valle, además de extenderse a otras provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Aunque por el momento no han incursionado en la venta online, Grisoni no descarta la posibilidad de explorar este canal en el futuro.
Para quienes deseen probar lo mejor de Patritti, Grisoni recomienda el Merlot, una opción que promete no defraudar a los paladares más exigentes. Las etiquetas "Primogénito" y "Sangre Azul" son, sin duda, apuestas seguras que capturan la esencia de esta bodega patagónica.
El nuevo edificio de Bodegas Patritti no solo marca un hito en la infraestructura de la empresa, sino que también simboliza un cambio en la forma en que la bodega aborda la producción vitivinícola. Ana Grisoni explicó que este espacio ha sido concebido con la idea de maximizar la eficiencia en cada etapa de la elaboración del vino. Este enfoque se centra en realzar las características únicas de las cepas cultivadas en la región patagónica, buscando siempre que cada variedad exprese su mejor versión. El edificio, que difiere completamente de las instalaciones anteriores, refleja la apuesta de Patritti por una vinificación de precisión, donde la calidad y la innovación se encuentran en cada botella.
El crecimiento del mercado local ha sido una constante en la estrategia de Patritti, que ha sabido posicionarse como una bodega referente en la Patagonia. Aunque su distribución se concentra principalmente en el Alto Valle, la bodega ha logrado expandirse a otras regiones del país, consolidando su presencia en provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. A pesar de que las exportaciones aún representan una pequeña parte de sus ventas, la bodega no descarta la posibilidad de seguir explorando mercados internacionales, siempre con la premisa de ofrecer un producto de alta calidad que represente fielmente su origen patagónico.
La evolución del paladar de los consumidores neuquinos es otro aspecto que destaca Grisoni. Con más de una década de experiencia en la elaboración de vinos en la región, Patritti ha sido testigo de cómo los gustos han cambiado, adoptando vinos más complejos y refinados. Este cambio ha impulsado a la bodega a diversificar su oferta, incorporando variedades como el Merlot y el Cabernet Sauvignon, que, aunque menos tradicionales en la zona, han encontrado un lugar destacado en la mesa de los neuquinos. La sommelier subraya que estos vinos no solo acompañan a la perfección la gastronomía local, sino que también reflejan el terroir único de la Patagonia, una región que sigue sorprendiendo con su capacidad para producir vinos de clase mundial.
Patritti, la bodega innovadora (y con mucha tradición) que dijo presente en el Mercado de Vinos de Neuquén
En la reciente edición del Mercado de Vinos de Neuquén, Bodegas Patritti se destacó con una propuesta renovada que refleja su compromiso con la calidad y la innovación. Ana Grisoni, sommelier de la bodega, expresó su satisfacción por la participación y la recepción del público neuquino, a quienes presentó no solo nuevas añadas, sino también un proyecto ambicioso: un nuevo edificio diseñado específicamente para potenciar la elaboración de vinos patagónicos de alta calidad.
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