Para algunos sectores políticos es una revisión tarifaria, que tiene aceptación por su ecuación técnica (no se toca la cifra desde el 2014); para otros, en cambio, se debería realizar una audiencia pública –como clamor popular para evitar manifestaciones callejeras en contra- y una tercera opción discutida fue la de aumentar en forma escalonada.
A continuación te presentamos las posturas a favor y en contra, respecto del proyecto de ordenanza que le otorgó “luz verde” a la Cooperativa Calf para aumentar su servicio principal. Lo cierto es que durante toda la discusión que se realizó en el Concejo Deliberante de la capital neuquina, la iniciativa favorable por un alto aumento prosperó y podría ingresar sobre tablas en la próxima sesión ordinaria que se realizará este jueves 24 de noviembre.
Lo primero que hay que saber del tema es que el municipio de la capital, como organismo controlador y ante el pedido inicial de aumentar un 50%, intervino entonces de inmediato y analizó que un 40% de incremento en las tarifas era necesario. También criticó ingresos de personal, obras ya realizadas y que estaban mencionadas como nuevas, pero finalmente dijo que el porcentual propuesto destrabaría la situación anticipándose a un “debate caliente” en las comisiones de trabajo del CD neuquino.
Ese faltante de diez puntos de incremento podría cubrirse con reestructuraciones presupuestarias, aunque hay que tener en cuenta que el crecimiento de la ciudad conlleva a que se realicen inversiones urgentes a la red eléctrica porque la demanda de Neuquén es superior a la media del país.
La Cooperativa Calf sostuvo a través de sus referentes que “es fundamental que se nos otorgue el incremento, porque de no ser así la ciudad sufrirá un colapso energético”, advertía Carlos Ciapponi, su presidente. En otro tono explicó que “hace dos años que no se revisa” comprometiendo de antemano que el incremento “se va a ver traducido en obras necesarias”.
Para quienes no están a favor del aumento, incluso ya se han expresado en contra de la reestructuración tarifaria, anticipan su negativa por considerar que “la tarifa de Calf representa una de las más altas del país y sería un fuerte impacto en los bolsillos de los vecinos”.
Otra voz comparó que “el incremento de la Cooperativa está dentro del proceso inflacionario del país” y aclaró que “éste representa el 40% netamente al consumo eléctrico de los clientes y no se puede hacer el aumento en forma escalonada por los costos financieros que hoy tienen que afrontar la institución”.
La irónica situación planteada por algunos medios escritos, y fomentada en el seno de la discusión deliberativa, respecto del “manejo político” en la cooperativa y el planteo público que se le hizo a las autoridades de Calf por sus altos sueldos ($100 mil en algunos gerentes, $150 mil en la presidencia) fueron dos “cortinas” que aparecieron en medio de las idas y vueltas.
El pedido de una audiencia pública – como herramienta- para discutir el aumento con todos los vecinos de la capital reside en que independientemente de los argumentos que puedan llegar a ser atendibles por la cooperativa, es importante para los usuarios y le daría transparencia al tema.
A todas estas posturas, teniendo ribetes incluso de “actuación” dramática, finalmente los vecinos que viven en la ciudad capital están muy cerca de recibir un aumento considerable en la boleta de luz. Todo esto a poco menos de empezar a sentir altas temperaturas por estos días y en vísperas del comienzo en pleno de la temporada de verano.
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