Son instrumentos vitales en la producción. Cada vez que se perfora, el gas del pozo a altísima presión va encontrando presiones menores al salir y se produce un enfriamiento. Allí entran en acción los calentadores de gas, que permiten que el combustible pueda fluir hasta la planta.
Hasta ahora, Tecpetrol había utilizado calentadores importados de la compañía estadounidense Exterran (ahora Enerfex), y si bien se habían ensayado proyectos para fabricarlos en el país, por primera vez esta iniciativa se emprendió con éxito.
A través de una licitación, la pyme industrial SICA, radicada en Esperanza, provincia de Santa Fe, Argentina, se adjudicó la fabricación de los calentadores para los nuevos pozos de Fortín de Piedra, con el diseño y la ingeniería de Exterran, y con un precio incluso más competitivo que los equipos importados.
“Una línea de sustitución de importaciones se ejecuta en la medida que sea más competitiva, manteniendo la performance de calidad”, explicó a Tecpetrol Hoy Luis Lanziani, Supplier Development Sr. Manager de Tecpetrol. A través de ProPymes brindaron asistencia técnica en el gerenciamiento de este proyecto, que va en sintonía con el desarrollo de la economía nacional que caracteriza al programa. “A nivel operativo, poder desarrollar a una empresa local también implica un conocimiento más profesional para las actividades de mantenimiento y posventa del equipo y posibilidad de poder ajustar detalles a medida de las operaciones de Tecpetrol”.
Modelo estrella de seguimiento
A diferencia de otras compras, en este caso se aplicó un nuevo modelo de gestión y seguimiento. "Pudimos mantener la visibilidad durante todo el proceso y detectar los casos en los que hacía falta la interacción de las partes para resolver los problemas que se fueron presentando en la fabricación", explicó José Bonifacio, Field Services & Facilities Procurement Manager de Tecpetrol, quien fue asignado como gerente de proyecto. En ese rol, lideró una reunión semanal con los profesionales de ingeniería, facilities y campo, donde el énfasis estuvo en la planificación, la toma de decisiones y la resolución de conflictos. Más atención –con inspecciones tres veces por semana para seguir los avances en la fabricación– redunda en la reducción de los recursos.
La aplicación de este modelo logró que los equipos –unos 30 calentadores, que se aplican a uno por PAD– se fabricaran en los plazos necesarios y con la calidad que requería. Además, viajó hasta Neuquén con toda su documentación, y con gran cantidad de pruebas que se realizaban en campo ya hechas en los talleres, que permitieron detectar problemas de manera anticipada. Con la llegada de los primeros tres equipos se enviaron comentarios para aplicar en los siguientes y mejorar la propia producción.
"Este es un cambio de paradigma en la compra de equipamiento crítico de campo”, definió Lanziani. “Involucrarnos más nos asegura resultados distintos y se acota el nivel de incertidumbre. Todos tenían el know how de distintas problemáticas que, poniéndolas en común, evitó problemas repetitivos en la compra, desde la fabricación hasta la ingeniería del transporte”.
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