La directora del Distrito Educativo VII, Sandra Monsalve, expresó su agradecimiento en redes sociales, destacando la importancia del gesto y el esfuerzo de la empresa por llegar hasta estas comunidades. Monsalve recordó cómo esta donación surgió de la visita de un grupo de estudiantes de Buenos Aires a la Escuela 110 del paraje rural Pichaihue en noviembre del año pasado. Entre ellos, un joven cuyo padre trabaja en Topper observó las necesidades de los alumnos y, al regresar a su ciudad, gestionó el apoyo de la empresa.
Inicialmente, la donación iba a beneficiar a tres escuelas rurales, pero Monsalve propuso que se extendiera a las 12 instituciones que forman parte de su distrito. Así, lograron que todas las escuelas del distrito recibieran zapatillas, cubriendo tanto a niños como a niñas de cada comunidad.
Las escuelas beneficiadas fueron: la 6 de Huncal, la 330 de Trahuncura, la 333 de Huarenchenque, la 29 de Hualcupen, la 35 de Cajón de Almaza, la 42 de Campana Mahuida, la 110 de Pichaihue, la 208 de Mallín del Toro, la 216 de Quintuco, la 248 del Paraje La Y, la 75 de Mallín de los Caballos y la 299 de Cajón del Huecú. Este aporte, que incluyó modelos variados de calzado, no solo trajo alivio a las familias de estas comunidades, sino que también reforzó la importancia de la solidaridad en tiempos difíciles.
La jornada de entrega culminó con un acto de agradecimiento, en el cual Monsalve entregó una placa de reconocimiento a Gischero, celebrando el compromiso y la generosidad de la empresa. Este gesto refleja cómo el trabajo conjunto entre la educación y el sector privado puede generar un impacto positivo en las zonas más vulnerables.
La acción de Topper no solo representa un alivio material para los alumnos de las escuelas rurales, sino que también destaca la importancia de la colaboración entre instituciones educativas y empresas privadas. Estas iniciativas de responsabilidad social permiten que los recursos lleguen a quienes más los necesitan, creando una red de apoyo que puede transformar realidades. En un país donde las desigualdades son evidentes, acciones como esta son cruciales para fomentar un desarrollo más equitativo y accesible para todos los niños, sin importar su ubicación geográfica.
Además, el contacto entre estudiantes de diferentes regiones genera un intercambio cultural y educativo enriquecedor. La visita de los jóvenes de Buenos Aires a Pichaihue no solo facilitó la donación, sino que también permitió que ambos grupos compartieran experiencias y aprendieran unos de otros. Este tipo de interacción es fundamental para construir puentes de entendimiento y solidaridad, formando ciudadanos más empáticos y conscientes de las realidades ajenas.
Por otro lado, el compromiso de la comunidad educativa de Loncopué y de empresas como Topper es un ejemplo inspirador para otras organizaciones y personas. La gestión activa de los directivos y docentes para concretar la donación muestra que con determinación y esfuerzo conjunto se pueden lograr grandes cosas. Fomentar la solidaridad no solo implica dar, sino también involucrarse y trabajar para que las acciones tengan un impacto duradero en la vida de los niños y niñas de comunidades vulnerables.
Las buenas, se comparten: Jorge Gischero (gerente de Topper) donará zapatillas a escuelas rurales de Neuquén
El pasado 15 de septiembre, la solidaridad se hizo presente en las escuelas rurales del oeste de Neuquén con la entrega de 200 pares de zapatillas a estudiantes de 12 instituciones educativas. La iniciativa fue impulsada por la empresa Topper y su gerente, Jorge Gischero, quien viajó desde Buenos Aires para hacer entrega de las donaciones.
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