El emprendimiento responde a una demanda concreta y sostenida de los neuquinos: contar con más espacios seguros para estacionar y una oferta gastronómica y cultural innovadora. Será una intervención urbana sin precedentes en la Patagonia, tanto por su escala como por su enfoque en la sustentabilidad, el diseño y la tecnología aplicada a la vida cotidiana.
El proyecto está a cargo del grupo desarrollador integrado por Omega MLP, Gran Valle Negocios y RJ Ingeniería, tres empresas regionales con amplia trayectoria en obras públicas y privadas. La sinergia entre ellas garantiza una ejecución sólida y una visión integral, combinando infraestructura, urbanismo y gestión comercial.
Omega MLP aportará su experiencia en obras de gran magnitud, movimiento de suelos y estructuras de hormigón. RJ Ingeniería, con más de medio siglo de trayectoria, liderará las intervenciones urbanas y el diseño de espacios públicos. Por su parte, Gran Valle Negocios se encargará de la estrategia comercial, la imagen de marca y la coordinación de operadores gastronómicos y culturales.
El estacionamiento subterráneo se construirá en dos niveles, con accesos automatizados, sistemas de cobro digitales y administración inteligente mediante aplicaciones móviles que permitirán conocer la disponibilidad de cocheras en tiempo real. Además, incluirá lockers, bauleras temporales y puntos de retiro para delivery y take away, adaptándose a las nuevas modalidades de consumo urbano.
Entre los servicios diferenciales, se incorporará un sistema de transfers hacia y desde el aeropuerto, orientado a turistas y viajeros de negocios. La seguridad será otro pilar del proyecto: cámaras de monitoreo en todos los accesos, personal especializado y protocolos activos las 24 horas, garantizando un entorno confiable y moderno.
Un estudio de mercado previo reveló que el 80% de los automovilistas considera difícil estacionar en el centro de Neuquén, y que la seguridad es el factor determinante a la hora de elegir una cochera. Estas conclusiones guiaron el diseño de un espacio cómodo, ágil y con servicios de alto estándar, pensado como referencia de innovación en infraestructura urbana.
En superficie, el complejo incluirá un polo gastronómico y cultural de vanguardia, con un food hall que reunirá marcas locales e internacionales, un mercado de productos regionales, un salón de eventos para 200 personas, terrazas al aire libre y fogones patagónicos que reivindican la cultura del fuego.
El diseño integrará espacios pet friendly, áreas de esparcimiento y paisajismo con especies nativas, generando una experiencia sensorial completa. Además, se programarán actividades de microteatro, música en vivo, exposiciones y talleres, consolidando el lugar como un nuevo ícono del entretenimiento y la cultura urbana en Neuquén.
Según las proyecciones del grupo desarrollador, el polo funcionará como un centro de encuentro social y turístico, con actividad constante tanto de día como de noche, potenciando la economía local y ofreciendo oportunidades para emprendedores, artistas y productores regionales.
La obra también busca equilibrar la dinámica del tránsito y revitalizar una zona clave del centro. El estudio de ocupación de cocheras reveló una utilización promedio del 58,5%, con picos del 75% en días hábiles y una caída nocturna del 17%, lo que refuerza la necesidad de combinar estacionamiento con propuestas gastronómicas que dinamicen el espacio durante todo el día.
Los neuquinos expresaron además su deseo de contar con una gastronomía de mayor calidad y diseño, donde la experiencia del cliente y la ambientación sean protagonistas. Este proyecto pretende dar respuesta a esa expectativa, fusionando funcionalidad y disfrute en un mismo entorno.
Con su concreción, el nuevo complejo promete ser un símbolo de modernidad e identidad urbana para Neuquén: una obra que combina innovación, confort y desarrollo económico, ofreciendo a la capital patagónica un nuevo punto de encuentro para vecinos, turistas y visitantes. El futuro de la ciudad se construye, literalmente, bajo y sobre tierra firme.