El mandatario estuvo acompañado por el ministro de Economía, Producción e Industria, Guillermo Koenig; el secretario de Producción e Industria, Diego García Rambeaud; el intendente de Centenario, Esteban Cimoblai; y la directora del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (IADeP), Josefina Codermatz. También participaron funcionarios, representantes del sector y productores de la región.
En total, se distribuyeron $ 901.807.836 entre 103 beneficiarios. Los aportes no reintegrables son un reconocimiento al trabajo en las chacras durante todo el año y un estímulo para mantener los estándares de sanidad y calidad requeridos para la exportación.
Koenig explicó que los aportes forman parte de un paquete de medidas que también incluye líneas de crédito adaptadas a las demandas del sector. “No es solamente el premio estímulo, también hay medidas crediticias. Sabemos el problema de la fruticultura; lo conocemos”, señaló.
El ministro destacó además la importancia de las obras de infraestructura para la producción. En ese sentido, adelantó que este mes concluirán los trabajos en la ruta 7 Centenario–Vista Alegre, una obra que estuvo más de un año y medio paralizada. “No es lo mismo salir en una ruta asfaltada que por un camino de tierra. Estas obras ayudan directamente a los productores”, subrayó.
Koenig indicó que la reformulación de las líneas de financiamiento fue realizada en respuesta a pedidos concretos de los productores, con ajustes en las tasas de interés y en los requisitos de garantías. “Vamos a seguir estando con los productores y buscando soluciones necesarias”, aseguró.
Por su parte, el intendente Esteban Cimolai remarcó la importancia de la jornada. “Es un día de mucha alegría poder estar premiando y revalorizando algo tan importante en Centenario como es la zona productiva”, afirmó.
El jefe comunal también informó que se presentó un proyecto de modificación del Código Urbano Rural, actualmente en tratamiento en el Concejo Deliberante. “Para los productores es el blindaje total de la zona productiva”, indicó Cimolai.
De la actividad participaron además la gerente general del Centro PyME–Adeneu, Anabel Lucero Idizarri; la secretaria de Obras Públicas, Tanya Bertoldi; el subsecretario de Producción, Marcelo Zúñiga, y autoridades provinciales vinculadas al sector.
La subsecretaría de Producción es el órgano de aplicación de la Ley 3293 y acompaña a los establecimientos inscriptos de manera voluntaria en la implementación de buenas prácticas agrícolas y protocolos sanitarios. Los productores que cumplen con las exigencias reciben aportes no reintegrables para continuar mejorando la calidad de sus productos.
La norma, sancionada en 2021 y reglamentada en 2022, fue modificada luego por la Ley 3511 para ampliar los cultivos alcanzados, ajustar el cálculo de los beneficios y reducir la superficie mínima contemplada para la producción de pepita. De esta manera, también quedaron incluidos los frutos secos y la horticultura.
El programa provincial busca garantizar la competitividad de la fruticultura neuquina en los mercados internacionales, con foco en la sanidad, la calidad y la trazabilidad de los productos. Al mismo tiempo, procura sostener a los pequeños y medianos productores en un contexto de desafíos económicos y climáticos.
Con estas medidas, el gobierno provincial busca reforzar la producción local, mejorar la conectividad con la finalización de obras estratégicas como la ruta 7 y asegurar la permanencia de Neuquén como actor relevante en la fruticultura regional y nacional.