El producto fue presentado oficialmente en julio durante la feria itinerante Tienda de Sabores, donde recibió una gran aceptación por parte del público. Allí, los visitantes pudieron degustar y conocer la historia de este emprendimiento que combina tradición, innovación y el aprovechamiento de materias primas disponibles en la región.
La idea de elaborar el gancia artesanal surgió en un curso de dulces y conservas que madre e hija realizaron después de la pandemia. Durante las prácticas notaron que las cáscaras de naranja, que quedaban como excedente de otras preparaciones, podían tener un uso productivo. Con la sugerencia de la capacitadora, decidieron experimentar con la maceración de hierbas naturales y dieron vida a un aperitivo que imita el sabor del gancia comercial.
Según explicó Rosa, el proceso de producción comienza con la maceración de las cáscaras de naranja junto a hierbas seleccionadas y alcohol. Este paso se prolonga durante 30 días, tras lo cual se prepara un almíbar que se integra a la mezcla. Una vez cumplido ese período de estacionamiento, la bebida se envasa y queda lista para la venta.
El emprendimiento cuenta con habilitación comercial gestionada a través del Puesto de Capacitación de Picún Leufú, lo que les permite ofrecer sus productos en ferias y a través de canales directos con los consumidores. Esta formalidad fue clave para poder ampliar la difusión del gancia y alcanzar nuevos mercados dentro de la provincia.
En un inicio, la producción mensual era de 20 litros. Sin embargo, la creciente demanda obligó a las emprendedoras a duplicar esa cantidad y proyectar un aumento sostenido en los próximos meses. “Nunca pensamos que iba a ser tan popular y que iba a tener tanta repercusión, así que duplicamos la producción y vamos a tener que seguir subiendo”, expresó Rosa.
El gancia Ros-Mar no es el único producto que ofrecen. La familia también elabora berenjenas en escabeche, picles, salsa criolla, mayonesa de zanahoria, porotos en escabeche, mayonesa de remolacha, zapallitos en escabeche y mermeladas de pera, naranja, frutos rojos y frutillas. Todas las preparaciones se caracterizan por estar libres de conservantes y químicos añadidos.
Durante la feria Tienda de Sabores, tanto el gancia como la salsa criolla fueron los productos más requeridos por los asistentes. La respuesta positiva del público confirmó el potencial de este emprendimiento que, además de generar ingresos, promueve el consumo de alimentos naturales y de producción local.
Rosa destacó la satisfacción que les produjo el reconocimiento recibido en la feria: “Nos fue muy bien, la gente se fue muy contenta y nosotras también”. Este tipo de eventos no solo les permite vender, sino también establecer vínculos con consumidores y otros productores de la región.
El crecimiento del emprendimiento ha transformado la elaboración artesanal en la principal fuente de ingresos de la familia. Con esfuerzo y creatividad, lograron posicionarse en el mercado regional, abriendo posibilidades de expansión a mediano plazo.
Para facilitar la compra de sus productos, las emprendedoras ofrecen atención directa a través de WhatsApp al 299-6279219 y mediante la página de Facebook Calderón Rosa. Allí se pueden coordinar pedidos y también se ofrecen entregas en puntos de encuentro en Neuquén capital.
Una de las modalidades más solicitadas es la venta de combos de productos, lo que permite a los clientes acceder a varias elaboraciones a precios accesibles. Esta estrategia comercial contribuye a fortalecer la fidelización de los consumidores y a difundir el abanico de propuestas que desarrollan.
Con la combinación de tradición familiar, materias primas naturales y un proceso artesanal cuidado, el gancia Ros-Mar de Picún Leufú se abre camino como un producto con identidad propia en el mercado neuquino. La experiencia de Rosa y María es un ejemplo de cómo la innovación puede surgir a partir de la valorización de recursos simples, convirtiéndose en un motor de desarrollo local.