El boom de la cerveza artesanal llegó a la región y específicamente al corazón de nuestra ciudad: la “revolución cervecera” se convirtió en un estilo de vida. Así lo asegura Miquea Trani, un cipoleño de 24 años que apostó hace 8 meses a plasmar físicamente su pasión por la cerveza artesanal en su negocio “Black Hop”, ubicado en el barrio Santa Genoveva de Neuquén.
Las cervezas artesanales se han convertido en nuevos motores para imprimir dinamismo, velocidad y crecimiento al sector.
“El nombre de mi cervecería fue mutando, primero le había puesto Growler, que en EE.UU se le llama a los botellones. Y ahí se me vino a la cabeza la frase que usamos en el mundo de la birra: ante la duda agrégale más hope. Y ahí quedó Black Hop”, expresó Miquea.
Este joven emprendedor incursionó en el mundo de la cerveza hace dos años. “Yo soy muy curioso en todos los aspectos de mi vida, por eso mismo, un día fui a la cervecería de Crafter y les dije ‘amo la cerveza, quiero aprender, no quiero que me paguen, solo que me enseñen’. Y ahí nació mi amor por este arte”, confesó Miquea.
Trani creció en una familia de emprendedores y afirma: “mamé el negocio desde chico”. A medida que fue creciendo, descubrió leyendo y estudiando que “atrás de un líquido de alcohol, había un mundo nuevo”.
El 25 de diciembre de 2015, pasadas las 18hs, Miqueas junto a su amigo Agustín (que se encarga de llenar cada botellón a todos los clientes) abrieron sus puertas al público neuquino. “Desde que abrimos no paramos de vender todos los días. A veces cerramos, porque no tenemos más birra”, nos comenta el joven emprendedor mientras nos ofrecía una Golden Ale.
Por esa razón, los primeros días de agosto se mudarán a un espacio más amplio donde podrán ofrecerle al público más comodidad y variedad de cervezas.
La modalidad de venta es a través de los exitosos “botellones”
En el nuevo local tendrán 20 líneas grifos, conductos, estilos, sabores, brebajes por donde viaja ese sueño del paladar que comienza a dar pasos agigantados. 20 diversas excusas para seguir conociendo cervezas de todos lados, con varios estilos y sobre todo de mucha calidad.
Los botellones los importan desde Chile y son la única empresa que trae las tapas de aluminio especiales desde EE.UU. “Lo importante es poder darle al cliente un producto bueno. Por esa razón, la temperatura y el gas deben estar en un punto justo. Yo priorizo calidad antes que variedad. Para que una cerveza esté en su mejor momento debe estar dos semanas madurando y de 7 a 10 días fermentando”, agregó el cervecero.
Seis estilos de 6 cervecerías
Si vas al local podrás disfrutar de diversos estilos y sabores de seis cervecerías del país:
Blent (Bariloche), Louther (Bariloche), Nuevo Origen (La Pampa), Crafter (Cipolletti), Kalevala (Cipolletti) y Bosque (Neuquén).
Los amantes de la artesanal están más que satisfechos con este boom y la calidad de las “birras” neuquinas. Esto se demuestra en cada asado y juntada donde siempre hay un botellón helado listo para compartir entre amigos.