Ante reiterados incumplimientos por parte de la empresa Trident Southern Explorations de Argentina SRL, el Poder Ejecutivo neuquino resolvió quitarle la concesión -al cierre de la semana pasada- de la mina de oro de Andacollo, en el norte neuquino.
En ocasión de la mediación impulsada por el Ministerio Público Fiscal el pasado 29 de abril y el 5 de mayo pasado, el gobierno neuquino dejó expresada en el acta del encuentro que en caso de incumplimiento de los compromisos asumidos por parte de la empresa -pago adeudado del salario de los trabajadores- el Poder Ejecutivo aplicaría las sanciones previstas en el contrato de concesión, incluyendo la rescisión del contrato.
Ese compromiso fue firmado por la empresa Trident y los trabajadores nucleados en el gremio AOMA, por lo cual también fue utilizada como argumento para la rescisión del contrato.
En la documentación enviada a la empresa, el presidente de la Corporación Minera del Neuquén (Cormine) Martín Irigoyen, le adjudica a la firma incumplimientos contractuales varios. Estos incumplimientos ya habían sido advertidos por el poder concedente en distintas comunicaciones del gobierno neuquino a la empresa en marzo, mayo, julio y septiembre de 2018, entre otras.
El gobierno neuquino intimó además a la empresa al pago de las sumas reclamadas bajo apercibimiento de ejecución.
En febrero del 2017, Trident se hacía cargo de un plan exploratorio que preveía una inversión total de US$ 11 millones para ese año. Esta empresa tomaba así la posesión del proyecto que venía de Minera Andacollo Gold S.A. (MAGSA).
Durante la adjudicación del contrato de usufructo minero, Trident se comprometía a realizar una inversión total de US$ 164 millones durante los 25 años que figuraba en el contrato, además de instalar una nueva planta de procesamiento de mineral y aumentar la planta del personal.