Las empresas que se asienten en parques industriales tradicionales obtendrán exenciones impositivas durante una década, mientras que aquellas que apuesten por predios con certificación sustentable extenderán el beneficio a 15 años. La medida apunta a reducir costos estructurales, mejorar la eficiencia logística y asegurar entornos de producción modernos y competitivos.
El Régimen se sustenta en la nueva Ley de Parques Industriales, que regula la creación, funcionamiento y registro de estos enclaves estratégicos. La norma establece categorías precisas y estándares de infraestructura, conectividad y sostenibilidad, garantizando condiciones homogéneas de calidad en toda la red provincial.
Además de atraer proyectos desde cero, la ley contempla incentivos para firmas ya radicadas que incrementen su producción en más de un 50 % respecto de su capacidad actual. De este modo, la provincia busca no solo captar inversiones nuevas, sino también fomentar la expansión de quienes ya operan y generan empleo en Río Negro.
La iniciativa forma parte de un paquete legislativo impulsado por el gobernador Alberto Weretilneck que sienta un marco “amigable” para el capital privado. En este esquema, la Agencia de Desarrollo Económico de Río Negro (ADERN) articulará programas de asistencia técnica y financiera para acelerar la llegada de proyectos productivos.
“Los parques industriales son una herramienta concreta para promover la inversión con orden y previsibilidad”, destacó Alejandro Palmieri, director ejecutivo de la Agencia de Recaudación Tributaria. Según explicó, la clave no radica solo en la rebaja de impuestos, sino en “crear un ecosistema que abarate costos, evite conflictos urbanos y potencie cadenas de valor en cada región”.
Para los desarrolladores privados, el régimen prevé una exención total del Impuesto sobre los Ingresos Brutos y del Impuesto de Sellos en las operaciones de infraestructura y venta de lotes, junto con un tratamiento especial del Inmobiliario por hasta 36 meses. Estos estímulos están diseñados para motorizar la generación de nuevos parques a través de esquemas de asociación público-privada.
El Gobierno provincial ya mantiene actualizado un Registro de Parques Industriales y Logísticos que traza el mapa actual de oferta y detecta zonas con alto potencial para nuevos emprendimientos. La descentralización productiva —apuntando a polos regionales— es una de las metas centrales del plan.
El Régimen también refuerza la planificación territorial, evitando la dispersión de industrias y sus impactos en áreas urbanas consolidadas. Al concentrar la actividad productiva en enclaves dotados de servicios comunes, se optimiza el uso del suelo, se protege el ambiente y se mejora la convivencia con la comunidad.
Otro de los objetivos es consolidar cadenas de valor locales: la proximidad entre empresas facilita sinergias logísticas y tecnológicas que elevan la competitividad y contribuyen a sustituir importaciones de insumos.
La propuesta llega en un contexto de recuperación industrial nacional y responde a la creciente demanda de espacios certificados que aseguren estándares ambientales y energéticos de última generación, exigidos tanto por mercados externos como por instituciones financieras.
Weretilneck, al presentar la batería de medidas, enfatizó que la provincia acompañará cada proyecto “de la idea al primer despacho de producción”, articulando financiamiento, capacitación y acceso a servicios básicos. “Estamos convencidos de que el desarrollo no puede ser caótico ni concentrado en unos pocos puntos”, afirmó.
“El mensaje es muy claro: en esta provincia, quien invierte, crece”, concluyó el gobernador, confiado en que los beneficios de hasta 15 años en impuestos convertirán a Río Negro en uno de los destinos industriales más atractivos del país.
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