El estudio, reconocido como la pesquisa independiente sobre employer branding más completa e inclusiva del mundo, se nutre de las respuestas de más de 170 000 personas en 34 mercados y analiza la percepción que generan 6 400 compañías líderes a escala mundial. En su edición 2025, la investigación vuelve a posicionar la formación permanente como uno de los factores decisivos para atraer y fidelizar talento.
En el caso argentino, un contundente 59 % declara que la posibilidad de aprender nuevas habilidades es “muy importante”, mientras otro 20 % la califica de “importante”. La foto se completa con un 83 % de los encuestados que planean cambiar de empleo y que sitúan el reskilling en la cima de sus prioridades a la hora de elegir destino laboral.
El informe también muestra cómo la urgencia formativa crece a medida que aumenta la disposición a la movilidad: quienes evalúan dar un salto profesional colocan el aprendizaje en el centro de su decisión, lo que obliga a las empresas a redoblar esfuerzos para no perder a sus mejores perfiles cuando el mercado se active.
Una lectura por género confirma la tendencia, con las mujeres otorgando todavía más peso a la capacitación que sus colegas hombres: 81 % frente al 76 %. Detrás de estos números se advierte la necesidad de diseñar programas que contemplen las realidades específicas de cada colectivo sin descuidar iniciativas transversales.
El nivel de especialización profesional marca otra diferencia: 80 % de los perfiles profesionales ubica al reskilling como prioridad, mientras que entre los operativos y los digitales la valoración ronda el 74 %. Esta brecha subraya la urgencia de estrategias flexibles que aborden tanto habilidades blandas como tecnológicas.
“En un mercado laboral que se reinventa sin pausa, las compañías que ofrecen oportunidades de aprendizaje cuentan con una ventaja competitiva doble: cierran la brecha de capacidades y fortalecen el compromiso de su gente”, explica Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, al analizar los hallazgos.
El REBR también monitorea la intención de cambio de empleo: en el último semestre pasó del 31 % al 34 %, pero las mudanzas concretadas apenas crecieron de 11 % a 12 %. En un escenario económico desafiante, muchos profesionales manifiestan el deseo de moverse sin terminar de dar el paso.
Esa cautela, alimentada por la inflación y la volatilidad macroeconómica, ofrece a las empresas una ventana para reforzar sus planes de fidelización. Un esquema sólido de formación puede marcar la diferencia entre retener talento clave o verte cómo se aleja apenas el viento cambie de dirección.
“Las organizaciones que hoy invierten en reskilling no solo cubren roles críticos, sino que estrechan lazos que resistirán cuando el mercado recobre dinamismo”, agrega Ávila, quien ve en la capacitación un antídoto eficaz contra la rotación acelerada.
El Randstad Employer Brand Research aplica la misma metodología en los cinco continentes: encuestados de entre 18 y 64 años —con mayoría entre 25 y 44— opinan sobre los atributos que más valoran al elegir empleador, desde salario y desarrollo hasta ambiente de trabajo.
Para la edición local, 4 108 argentinos evaluaron la reputación de los 180 mayores empleadores del país. A diferencia de otras encuestas, no intervienen expertos en recursos humanos, lo que garantiza la objetividad de los resultados y confiere al premio Randstad un estatus singular en el mercado.
Con sede en los Países Bajos y presencia en 39 mercados, Randstad emplea a unas 40 000 personas y en 2024 generó ingresos por más de 24 100 millones de euros. En Argentina opera con 25 sucursales y administra diariamente a cerca de 15 000 colaboradores, posicionándose como socio estratégico para quienes buscan impulsar su carrera y para las empresas que necesitan talento ágil, diverso y productivo.
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