La visita estuvo coordinada por la dirección de Acuicultura de la subsecretaría de Producción, dependiente del Ministerio de Economía, Producción e Industria, y contó también con el acompañamiento técnico del Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN), dependiente del Ministerio de Energía y Recursos Naturales.
En primer lugar, la delegación realizó una visita al hatchery localizado en Villa Llanquín, en la provincia de Río Negro, donde se producen las primeras etapas de vida de la trucha arcoíris, desde huevos hasta alevines, bajo estrictos protocolos de bioseguridad.
Posteriormente, los integrantes de la CAN se trasladaron a instalaciones de cultivo en jaulas y piletas administradas por la empresa Salmon Trout S.A. en la zona de Confluencia Traful, donde observaron las fases de engorde de los ejemplares juveniles y adultos.
La comitiva aprovechó el recorrido para llevar adelante una auditoría sanitaria en cada uno de los proyectos visitados, con la posibilidad de iniciar próximamente exportaciones de ovas de genética local hacia los países miembros de la CAN.
En este proceso participaron activamente los auditores de las autoridades sanitarias de Perú, Ecuador y Colombia, junto con técnicos de Senasa, las subsecretarías de Producción y de Recursos Hídricos, y especialistas del CEAN y de Salmon Trout S.A.
Los visitantes destacaron las excelentes condiciones ambientales de la región, subrayando la pureza de las aguas y la baja incidencia de patologías, factores clave para el desarrollo de una acuicultura libre de enfermedades.
Asimismo, los representantes de la CAN valoraron el desarrollo de una línea genética local de trucha arcoíris, que permite ofrecer ovas de alta calidad y adecuados niveles de supervivencia para futuros cultivos.
Durante la jornada de auditoría, se profundizó en los protocolos de monitoreo sanitario y en los sistemas de manejo del agua, que garantizan la detección temprana de cualquier riesgo para la salud de los peces.
El hatchery de Villa Llanquín demostró contar con instalaciones de última generación, que incluyen tanques de incubación con control de temperatura y sistemas de recirculación diseñados para optimizar el bienestar de los alevines.
Por su parte, las jaulas y piletas de Confluencia Traful sobresalieron por su diseño modular y resistencia a las condiciones climáticas de la región, asegurando la adaptabilidad de la producción a diferentes escenarios ambientales.
La Comunidad Andina, organismo integrado por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, trabaja desde hace décadas en la mejora de la calidad de vida de más de 114 millones de ciudadanos, promoviendo la integración de sus sistemas productivos bajo el amparo del Sistema Andino de Integración (SAI).
Con esta misión, la CAN busca no solo fortalecer los lazos comerciales entre los países andinos, sino también impulsar proyectos que garanticen la sustentabilidad ambiental y el desarrollo económico de las regiones participantes.
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