La iniciativa marca un antes y un después en la formación del oficio en una ciudad donde el chocolate es parte del ADN social, productivo y turístico. Aunque cientos de trabajadores se desempeñan en la industria, hasta ahora no existía una propuesta académica pública que otorgara certificación provincial y respaldo de la secretaría de Trabajo. Con esta nueva aula, Bariloche formaliza una tradición y abre oportunidades para nuevas generaciones.
El Isetp, creado en 2010 y único instituto terciario público de Río Negro especializado en hotelería, gastronomía y turismo, suma así una oferta que conecta directamente con el ámbito laboral. La directora del establecimiento, María Carla Di Vito, celebró la concreción del proyecto y destacó que se trata del “primer instituto de gestión pública que ofrece cursos de formación para profesionalizar el oficio de chocolatero”.
El equipamiento del aula-taller es de última generación. Con los $ 16 millones aportados por Rapa Nui a través del programa nacional, se adquirieron refinadores de chocolate, templadoras profesionales, heladeras con control térmico, aerógrafos para pastelería y herramientas específicas de producción artesanal que replican las condiciones reales de trabajo. Un laboratorio pensado para aprender haciendo, con estándares de calidad acordes a la tradición chocolatera de la ciudad.
Quienes ya tuvieron acceso a este espacio fueron los estudiantes de las carreras del instituto —Guía de Turismo, Cocinero Profesional y Operación Hotelera— que suman una matrícula de 350 alumnos. Sin embargo, a partir del ciclo lectivo 2026, el curso de chocolatería quedará abierto al público general, tanto para trabajadores del rubro como para quienes deseen iniciarse profesionalmente.
La oferta estará integrada a la Unidad Rionegrina de Competencias Laborales, un programa conjunto entre Educación y Trabajo que busca fortalecer industrias regionales mediante la formación técnica certificada. Para Bariloche, cuya identidad productiva está asociada históricamente al chocolate, este paso representa una apuesta estratégica al valor agregado local.
El curso de “Elaboración de chocolate artesanal” tendrá 100 horas de duración, combinando teoría y práctica intensiva en el aula-taller del CET 25, donde el Isetp dicta clases nocturnas. Los cupos serán limitados a 40 personas por cohorte, para garantizar una experiencia formativa personalizada y acorde a la capacidad técnica del espacio.
“Este proyecto nos permite tener equipamiento de vanguardia y poner en valor un producto que es parte de nuestro patrimonio”, afirmó Di Vito durante la presentación. Además, subrayó el valor simbólico del nombre elegido para la iniciativa: El chocolate es Bariloche, un concepto que reafirma la importancia económica y cultural del oficio.
El patrocinio de Rapa Nui tiene un componente histórico y emocional: la empresa pertenece a la familia Fenoglio, pionera del chocolate en la región. Su participación en el programa Crédito Fiscal se enmarca en su política de responsabilidad social empresaria, orientada a devolver al territorio parte del valor que la industria ha generado durante generaciones.
Del total de la inversión, $ 14 millones se destinaron exclusivamente al equipamiento, mientras que el resto fue utilizado en acciones formativas, capacitación y puesta en marcha del curso, que ya tuvo una prueba piloto con estudiantes avanzados, egresados y trabajadores de la propia firma chocolatera.
La formación abarcará contenidos teóricos como la historia del cacao, la cosecha y su transformación en chocolate, además de módulos técnicos vinculados al templado, moldeado, decoración, elaboración de bombones, trufas y figuras. También incluirá capacitación en buenas prácticas de manufactura e inocuidad alimentaria, y un laboratorio de innovación donde los futuros chocolateros podrán diseñar productos originales.
La apertura del aula-taller se suma a la oferta vigente de formación del Isetp, que mantiene inscripciones abiertas para las carreras de Guía de Turismo, Operación Hotelera y Cocinero Profesional. Quienes deseen conocer más o anotarse pueden acceder a la información disponible en www.isetp.edu.ar.
Con esta iniciativa, Bariloche no solo profesionaliza un oficio emblemático: consolida un ecosistema donde educación, industria y turismo se potencian mutuamente. En una ciudad donde el chocolate es símbolo y motor económico, la formación técnica llega para fortalecer una identidad que ahora también se certifica en las aulas.
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