El manto, una ruana tejida en telar criollo, contiene trabajos de destacados artesanos como Avelina Ábalos, Teresa Alanoca, Élida Arana, Norma Iris Ayala, Claudia Noemí Aybar, Elvira Isolina Bulacio, Elvira Burgos, entre otros.
Georgina Calfuqueo elaboró uno de los módulos que, según Amanda Rial, presidenta de Artesanías Neuquinas SEP, quedó a la altura del corazón del Papa cuando este se colocó el manto, siendo visible en las imágenes del evento.
Amanda Rial destacó la importancia de la participación de la cultura mapuche en la confección del manto, subrayando el valor del trabajo de las artesanas y artesanos que trascendió fronteras. El proyecto fue coordinado por el Mercado Nacional de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas (Matria), convocando a referentes de pueblos originarios y organizaciones artesanas de diversas provincias.
La confección del manto comenzó en septiembre del año pasado, utilizando materias primas como fibras de vicuña, guanaco, llama, lana de oveja, hilos de algodón agroecológico, chaguar y seda de coyoyo. Los materiales fueron teñidos con una variedad de colorantes naturales, incluyendo abriboca, algarrobo, añil, calafate, cáscara de cebolla, entre otros.
Entre las técnicas utilizadas en la elaboración de las piezas se encuentran el atado de argolla, barracán, bordado, esparragón, faz de urdimbre, fieltro húmedo, ojo de perdiz, laboreo, listado, ñandutí, pallado, peinecillo, randa y tejido en red. Para ello se emplearon distintos tipos de telares y bastidores, como el telar a cuatro pedales, criollo, de cintura, vertical, horizontal elevado, de piso y pampa.
La creación del manto colectivo ha sido un proyecto significativo que refleja la riqueza cultural y la habilidad artesanal de diversas comunidades argentinas, culminando en un regalo profundamente simbólico para el Papa Francisco.
El manto que recibió el Papa Francisco no solo es una pieza de arte textil, sino también un símbolo de la diversidad y la riqueza cultural de Argentina. Cada módulo del manto representa una historia, una técnica y una tradición única, cuidadosamente tejidas por manos expertas. La participación de artesanos de diferentes regiones del país resalta la colaboración y el intercambio cultural que caracteriza a esta obra colectiva.
El uso de materiales naturales y técnicas tradicionales en la confección del manto subraya la conexión profunda con la naturaleza y las prácticas ancestrales. Las fibras de vicuña, guanaco y llama, junto con los hilos de algodón agroecológico, chaguar y seda de coyoyo, fueron teñidas con colorantes naturales obtenidos de plantas y elementos locales, reflejando un profundo respeto por el entorno y la sostenibilidad. Este enfoque no solo preserva las técnicas artesanales, sino que también promueve la conciencia ambiental.
La entrega del manto al Papa Francisco es un reconocimiento a la labor de los artesanos y un homenaje a las culturas indígenas y tradicionales de Argentina. Este acto trasciende lo artístico y se convierte en un puente de diálogo intercultural y espiritual. Al llevar consigo una parte de la identidad y el espíritu argentino, el manto simboliza la unidad y la diversidad del país, uniendo a sus pueblos a través del arte y la tradición.
Artesana neuquina contribuye al manto recibido por el Papa Francisco
Georgina Calfuqueo, una artesana de la comunidad Aucapan de Junín de los Andes, participó en la confección del manto que recientemente recibió el Papa Francisco. La pieza fue diseñada por Manuela Rasjido y consta de 42 módulos textiles elaborados por 34 tejedores de distintas provincias argentinas.
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