Morales, al explicar el asombroso crecimiento de Añelo, destacó la transformación de una pequeña localidad dedicada principalmente a la cría de ganado bovino en un centro urbano en constante ebullición. "En 2011 éramos unas 1.700 personas. En ese momento, desde Añelo a Neuquén capital tardabas 45 minutos. La realidad es que Añelo creció mucho en el último tiempo. Pasamos a tener alrededor de 10.000 habitantes permanentes. Unas 7.500 personas duermen en el sistema de hotelerías y 35.000 personas que visitan la ciudad todos los días", explicó el Intendente.
Mossotti contextualizó el crecimiento en tres momentos clave, señalando el período entre 2012 y 2016 como un gran desarrollo industrial que atrajo a más de 350 empresas al parque industrial municipal. Esto llevó al segundo estadío, donde la demanda de alojamiento para los trabajadores generó un boom en desarrollos inmobiliarios. En el último año y medio, Añelo ha entrado en un tercer estadío, caracterizado por la necesidad de una ciudad con más servicios e infraestructura para afrontar el creciente tráfico de personas.
En este escenario, Cesar Paredes de Inversión Vaca Muerta explicó el papel transformador de la empresa, que evolucionó de ser una inmobiliaria tradicional a una proveedora de servicios esenciales para las empresas que operan en la región. "La idea es transformar a Añelo de una ciudad ‘dormitorio’ a que sea vivible en el futuro. Añelo es estratégico: está ubicado a menos de 40 kilómetros de los principales yacimientos, por eso se vuelve clave para las empresas. Por una cuestión de distancia y tiempo", destacó Paredes.
Uno de los proyectos destacados es un barrio con 60 casas, donde se está entregando la primera mitad en enero y la segunda para marzo. Mossotti subrayó la alta demanda que enfrentan, indicando que la construcción tradicional a veces no puede satisfacer las necesidades en los plazos requeridos.
A medida que Añelo se proyecta hacia el futuro con el Tren Norpatagónico y nuevas obras, la ciudad enfrenta desafíos significativos para equilibrar el desarrollo inmobiliario con la infraestructura necesaria. La historia de Añelo es un testimonio de cómo el auge de Vaca Muerta ha redefinido no solo su paisaje sino también su dinámica social y económica.
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