Sin embargo, el crecimiento ha traído consigo importantes desafíos. La infraestructura de servicios básicos, como el gas y la electricidad, está enfrentando serias dificultades para satisfacer la demanda. Recientemente, se habilitó una obra de gas para 400 lotes, y se firmó un convenio para 150 lotes más, pero la escasez de gasistas matriculados y las demoras en los trámites están complicando la situación. Además, la calefacción en muchos hogares ha dependido de la electricidad, lo que ha incrementado los costos, dado que en Neuquén la luz es la energía más cara.
Pese a estos obstáculos, Demaria se muestra optimista y comprometida con el futuro de Añelo. La empresaria asegura que continuará trabajando para acompañar el crecimiento y contribuir al desarrollo de la ciudad, asumiendo los retos que esta expansión implica.
El fenómeno de Añelo no es nuevo, pero su aceleración en los últimos años ha sido notable. La ciudad, que se ha convertido en un punto neurálgico para la explotación de Vaca Muerta, ha visto cómo su población flotante se ha multiplicado, generando una demanda de infraestructura sin precedentes. Las calles antes tranquilas ahora están llenas de trabajadores, maquinaria pesada y nuevos edificios que parecen surgir de la noche a la mañana. Este dinamismo ha captado la atención de inversores y empresas que ven en Añelo una oportunidad única, aunque también un desafío logístico considerable.
La falta de planificación urbana y la presión sobre los servicios básicos son problemas que, según Demaria, requieren soluciones inmediatas. La escasez de gasistas, por ejemplo, no solo retrasa las obras, sino que afecta directamente a la calidad de vida de los nuevos residentes. Además, la dependencia de la electricidad para calefacción, en un contexto donde los costos de energía son elevados, ha disparado los precios de alquiler, haciendo que el costo de vida en la ciudad sea cada vez más alto. Estos factores ponen a prueba la capacidad de Añelo para mantener su atractivo como un lugar donde vivir y trabajar.
A pesar de las dificultades, el futuro de Añelo sigue siendo prometedor. La ciudad está en el centro de uno de los proyectos energéticos más importantes del país, y esto asegura que su crecimiento continuará. Para los actores clave en el sector inmobiliario, como Demaria, el desafío está en encontrar un equilibrio entre el desarrollo rápido y la sostenibilidad. Con la infraestructura adecuada y una planificación más ordenada, Añelo podría convertirse en un modelo de desarrollo urbano en zonas de alta actividad industrial, demostrando que es posible crecer sin perder de vista la calidad de vida de sus habitantes.
Crecimiento inmobiliario en Añelo: un fenómeno imparable que no deja de crecer
El vertiginoso crecimiento de Añelo, epicentro de la actividad no convencional en Neuquén, ha sorprendido incluso a los expertos del sector inmobiliario. Marina Demaria, titular de la inmobiliaria Demaria Hermanos, destaca la magnitud del desarrollo urbano que está transformando esta pequeña localidad de 10,000 habitantes en un polo de atracción para miles de trabajadores. Diariamente, entre 35,000 y 40,000 personas se desplazan a Añelo, lo que ha impulsado la construcción de nuevas obras a un ritmo acelerado.
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