La intervención judicial a la empresa se solicitó ante las reiteradas negativas por parte de EdERSA a brindar información al Ente Regulador de la Energía (EPRE) sobre la deuda que mantiene con la mayorista de energía eléctrica.
Para Cammesa, la empresa rionegrina es un "deudor moroso crónico". Por eso, y ante una serie de presentaciones administrativas y judiciales, esta semana finalmente se oficializó su intervención. La medida cautelar fue solicitada por el inspector de Personas Jurídicas y por el fiscal de Estado de la provincia de Río Negro.
Ante este escenario, el secretario de Energía, Sebastián Caldiero, indicó que existe la posibilidad de rescindir el contrato con la distribuidora en base a lo que se dé a conocer en el reporte del interventor designado.
“El pago del abastecimiento de la energía es una obligación esencial en el contrato de concesión, y si nosotros tuviéramos elementos para comprobar que Edersa tuvo el dinero para pagar la energía y no lo hizo por una decisión empresaria, y no por una insuficiencia de la tarifa, claramente estaría incurriendo en una causal de rescisión”, detalló el funcionario al respecto de la situación.
Cammesa había anticipado en abril que comenzaría a restringirle el abastecimiento de energía a la provincia por etapas, y comenzando con un recorte del orden del 10%. Y si bien indicaron que EdERSA "no podrá bajo ninguna circunstancia aplicar tal restricción de suministro eléctrico a ningún requerimiento energético imprescindible para el abastecimiento de la población, tales como hospitales, centros de salud y electrodependientes,o que puedan afectar la seguridad pública", esta medida podría no alcanzar a empresas, industrias, u otros usuario finales que no se consideren “esenciales”.
La legislación vigente avala a la administradora del mercado energético a "adoptar medidas adicionales" e "iniciar o continuar las acciones de índole administrativa, operativa y legal que resulten necesarias o convenientes en resguardo de la integridad de la cadena de pagos y cobrabilidad".
A la par, en suelo neuquino, la cooperativa CALF también mantiene con la Cammesa una deuda que asciende a los $ 370 millones. Y no es un tema aislado: desde que el mayorista aumentó el precio de la energía que le envía a las distribuidoras locales, muchas de ellas han cesado o disminuido sus pagos.
La formoseña Refsa le debe cerca de $ 400 millones, la cordobesa EPEC más de $ 320 millones, y así continúa la lista, con las cooperativas de Villa Gesell, Zárate y Necochea con una deuda que en conjunto supera los $ 900 millones.
Edersa informa en su web que provee de electricidad a 190.000 viviendas y 25.000 comercios e industrias de 58 municipios de Río Negro, mediante una red de distribución de 9.440 kilómetros de extensión. Por lo que la restricción del suministro, de aplicarse, podría ocasionar serias medidas a la industria de la zona.
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