En una enorme extensión de estepa patagónica, Mindlin recorrió el yacimiento Sierra Chata, en Vaca Muerta -una de las mayores reservas mundiales de "shale" gas y petróleo-, y detalló que la empresa planea comprar un set de fractura para garantizar el crecimiento de su producción.
La formación de hidrocarburos resulta imprescindible para que Argentina revierta su déficit energético, que ha derivado en cifras fiscales negativas e inestabilidad financiera, por lo que el Gobierno lanzó un plan de estímulo para las productoras de gas -conocido como Plan Gas- y la construcción de un gasoducto troncal que unirá en un comienzo Vaca Muerta con Buenos Aires.
"Todo el potencial que hablamos de Vaca Muerta ya se empieza a concretar", dijo el ejecutivo a Reuters.
La empresa invertirá “no solo en pozos, sino también importando un juego de fractura porque para la cantidad de actividad que se va a dar en Vaca Muerta, los juegos de fractura que tenemos hoy en el país no alcanzan”, agregó.
Pampa pasó de producir un millón de metros cúbicos por día en 2016, cuando compró Petrobras, a 7 millones de metros cúbicos diarios en 2021. Este año aumentó su producción un 60% a 11 millones de metros cúbicos y planea alcanzar los 15 millones de metros cúbicos por día en 2023, detalló el ejecutivo.
El transporte de la mayor producción necesitará del gasoducto Néstor Kirchner, cuya construcción fue licitada este año por el Gobierno y con el que el país aspira a dejar atrás un déficit de la balanza comercial energética cercano a los US$ 6.000 millones en 2022, según analistas.
Mindlin, también presidente de la constructora Sacde, que junto al grupo Techint ganó la licitación para la construcción de una parte del primer tramo del gasoducto, dijo que confía en cumplir con los plazos y tener terminada en junio de 2023 esa primera etapa, que llegaría hasta Salliqueló, en el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Con la primera etapa, el país aumentará su capacidad de transporte en 11 millones de metros cúbicos por día.
"Somos optimistas que vamos a llegar", dijo Mindlin, quien detalló que hacia fines de mes comenzará la etapa más "crítica" de la obra, que es la soldadura de los caños, que se hará a través de dos máquinas de soldar automáticas.
"Los cálculos (...) dicen que por estar produciendo 11 millones de metros cúbicos más, en lugar de importarlo, vamos a estar ahorrando el año que viene de US$ 2.500 millones a US$ 3.000 millones", añadió.
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