La estadística confirma, una vez más, el impacto que tiene Vaca Muerta como motor del desarrollo regional y nacional. El movimiento logístico, el transporte vinculado a la industria energética, la expansión urbana y el crecimiento de actividades asociadas explican gran parte del incremento sostenido en la demanda de naftas y gasoil.
Neuquén no solo lideró el ranking general, sino que superó a provincias que también mostraron incrementos como Buenos Aires, San Juan, Santiago del Estero, San Luis y Río Negro. En la mayoría de los distritos del país, en cambio, se observaron retrocesos en las ventas de combustibles, lo que resalta la singular robustez económica de la provincia patagónica.
El comportamiento del mercado local también vuelve a poner en agenda el rol de la Tasa Vial, tributo municipal implementado en 2024 que destina su recaudación al financiamiento del asfalto y al sostenimiento del sistema de transporte colectivo. Lejos de haber generado impactos negativos en el consumo, los registros muestran que la comercialización de combustibles siguió en ascenso, lo que refuerza el argumento de que la medida no resultó regresiva para la economía de los vecinos.
La Tasa Vial permitió sostener y mejorar la infraestructura vial y el funcionamiento del sistema COLE, que actualmente cubre 917 kilómetros de la ciudad a través de 30 líneas de transporte. En un contexto de recortes nacionales, este financiamiento local se volvió fundamental para garantizar un servicio estable y evitar aumentos significativos en el precio del boleto.
El crecimiento del consumo de combustibles es leído por las autoridades como un indicador de expansión económica tanto de la provincia como de la capital neuquina. El movimiento vehicular, la actividad de transporte pesado asociada a la industria, el turismo y la circulación cotidiana dan cuenta de una ciudad en pleno ritmo de desarrollo.
El contraste con la media nacional refuerza el lugar de Neuquén como polo de inversiones, empleo y actividad productiva. En un momento donde otras regiones muestran retracción, la provincia continúa marcando récords y consolidándose como uno de los motores económicos más importantes del país.
Este escenario también anticipa nuevos desafíos para la planificación urbana, la movilidad, la infraestructura vial y la sostenibilidad del sistema de transporte público. El crecimiento obliga a reforzar inversiones y actualizar políticas que acompañen el dinamismo económico sin descuidar la calidad de vida de los vecinos.
Con estos datos, Neuquén se posiciona nuevamente en el centro de las estadísticas nacionales, demostrando que su ritmo de crecimiento sigue firme, impulsado por Vaca Muerta, la diversificación económica y una demanda energética que no deja de expandirse.
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