Si bien fueron tres los speakers que deleitaron al público con sus vivencias, primero vamos a ofrecerles la historia de Pepe Milesi, titular de “La Casa de la Bodega”, emprendimiento gastronómico que desde 2010 y que más allá de estar alejado de la zona comercial de Cipolletti, vivió sus primeros años de buena forma. Todo iba bien hasta que surgió una idea en conjunto con los maestros cerveceros de Nihilista, convirtiendo un restaurante tradicional en una cervecería al estilo “Bariloche”.
Y ahí empezó un tiempo de incertidumbre, “la idea era muy buena, es muy buena, hoy por ejemplo tenemos baños inclusivos, lo que se denominaría como bañes, pero costó que la gente lo entienda al principio”, reflexionó Milesi. Él además contó que sus anteriores clientes llegaban para sentarse en un acostumbrado restó pero ya no había mesas y vajillas, sino que ahora todo el servicio había mutado.
Fueron 4 meses donde el espacio -ahora más cultural- vivía casi en soledad, “me las re mandé”, pensaba por momentos. Es que la nueva forma de presentarse ante la sociedad todavía no entraba en sintonía, pero Milesi explica que “sin el apoyo y resistencia por defender la nueva idea tanto del equipo de trabajo como de quienes estamos al frente, no podríamos haber pasado esos duros momentos”.
El público finalmente acompañó, “ahora vienen los hijos de quienes venían antes, si bien el rango etario con el cual trabajamos ahora bajó y mucho, creer en la idea y extender ese pensamiento al equipo fue fundamental”.
Las decisiones para Milesi recaen en una valentía que forma parte de su vida personal, de una filosofía de vida del lejano oriente (“wabi sabi” = "la belleza de la imperfección", que proviene del Japón). Y que más allá de lo positivo e innovador que él pensó para el nuevo “negocio”, para este speaker “la comunicación boca-boca pero de forma activa, también nos ayudó a insertar esta nueva idea”. Sin olvidar la tracción de las redes sociales, en especial facebook.
Este emprendedor que junto a su esposa Mariana han sabido “bancar” momentos difíciles, “estuvimos por cerrar tres veces, ni mi amigos venían a la cervecería”, pero aun así, como en casi todo su relato desde el auditorio de OSDE, el tono risueño, repleto de ironía y entusiasmo, sintió respuesta siempre desde el público. Casi en todas las anécdotas, como ésta: “ahora vos vas y mientras te comes un bife de chorizo podes escuchar a una banda de rock, y si querés te hacen las uñas, o bien te cortas el pelo”, los aplausos se hicieron notar.
“Hablarle siempre de frente al personal generó mucha confianza en el equipo, lo convirtió en un grupo humano, además de no intentar mentirle a los proveedores fue otra de las claves”, razonó nuevamente Milesi.
Al micrófono también se escucharon (bajo moderación de Romina Bonomi) las historias de Carlos Espinel, co-fundador de Pranzo Empanadas y de la mujer piloto Alicia Reina, una empresaria que desafió los caminos más difíciles de todos: el Rally Dakar. Ambas serán plasmadas en futuras entregas antes de fin de año (paciencia).
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