Cada vez es más notorio cómo los dispositivos inteligentes son parte de nuestras vidas, ayudándonos a transitarla sin tantas preocupaciones e incluso aportándonos beneficios reales y positivos tanto en nuestra responsabilidad con el medio ambiente, como así también en la economía hogareña.
Gigena explica que “en nuestra empresa basamos los diseños de las smart homes en planes de eficiencia energética, confort y seguridad, para que nuestros clientes disfruten de sus hogares de la manera más eficiente”.
Es que este experto en domótica e inmótica, con marcada trayectoria nacional, se nutrió de experiencias internacionales visitando países y ciudades guías en hogares y edificios inteligentes. Y lo bueno de este recorrido es que todo ese “bagaje” profesional lo está aplicando acá en la región y en el país.
Hoy una smart home es conocida como toda aquella casa o edificio que tenga la capacidad tanto de ser administrada como monitoreada a distancia, desde una tablet o bien de un teléfono móvil. Y que mediante una aplicación netamente intuitiva, ágil y de fácil aprendizaje, se logra apagar o encender luces, regular la calefacción, activar una alarma, por ejemplo, y también están los diseños que se valen del “altavoz”, para realizar las mismas acciones.
Aquí Gigena remarca que “vamos más allá de la domótica en nuestros diseños, nosotros incorporamos censado y memoria a nuestros proyectos, de manera tal que ante ciertas condiciones el hogar resuelva tópicos de manera autónoma”.
Y acá debemos referenciarnos a momentos en los cuales podemos estar caminando por nuestro hogar y que las luces se enciendan solo si es necesario, o bien programar el apagado automático de las luces en nuestra oficina cuando cerramos la jornada, otro ejemplo que clarifica es cuando ingresa el sol en un edificio y de manera automática las cortinas comienzan a moverse, respetando ese ingreso natural a un ambiente.
“No solo el confort es el objetivo de nuestras soluciones, sino también brindarle la seguridad de saber exactamente lo que ocurre en su ambiente inteligente, el manejo de un sistema de estas características se puede realizar desde cualquier parte del mundo, simplemente conectándose a internet”, consideró Gigena, integrante de una misión a Berlín en relación a la “Eficiencia Energética para Edificios y Ciudades Inteligentes”. Una ciudad líder a nivel mundial y una de las muestras más impactantes de la industria de esta actividad.
Otros ejemplos de cómo una smart home soluciona aspectos de nuestras vidas está claramente indicado en la vida misma, empresarios que realizan viajes de negocios, o bien en sus descansos de vacaciones, o también aquellos quienes deben estar muchas horas al frente de sus trabajos, todas estas circunstancias (y algunas más), no le impedirán controlar todo lo que sucede en su hogar, como están sus hijos o bien qué hace el personal contratado.
“Hoy minimizar el uso indiscriminado de la energía, el respeto por el medio ambiente e incrementar la calidad de nuestras vidas es fundamental, incluso así podemos asegurarle un mundo mejor a las próximas generaciones. Desde nuestro lugar, estamos totalmente comprometidos con este objetivo”, dice Gigena.
Facica es una de las primeras firmas en la Patagonia en desarrollar estas soluciones y con la experiencia ganada en estos años, fortalecieron la relación con sus proveedores nacionales (e importados), alcanzado las principales certificaciones y estándares internacionales.
“La pandemia aceleró la necesidad de una buena parte de la sociedad que entendió que estos desarrollos tecnológicos ya deben ser aplicados a nuestra vida cotidiana, un hogar más eficiente es más seguro, cómodo e incluso nos ayuda a evitar todo lo rutinario que puede estar volviéndose alguno de estos momentos”, explica Gigena dejándonos un dato de la realidad actual.
Y agregó que “estas implementaciones se veían lejanas y ya hace años que son desarrolladas con mayor aceleración en nuestra zona”.
Diseñar un smart home es aconsejable hacerlo desde sus cimientos, de manera conjunta con el trabajo del arquitecto, para que el cliente decida implementarlo en etapas siguientes o bien inmediatamente, al culminar la obra de su casa (de todas maneras el límite es cuando se está implementando la instalación eléctrica). Hasta esa etapa hay tiempo.
Además un hogar “común” ya construido se puede convertir en smart home, porque “existe tecnología acorde a ese desafío, lo ideal es diseñarlo desde cero. El hogar construido y vivido siempre necesita adecuación. Este análisis lo hacemos siempre con nuestros clientes, una casa se hace para toda la vida, o bien por varias décadas”, confirma Gigena.
Este empresario neuquino también “absorbió” conocimientos y trajo consigo los conceptos que se plantean desde el gigante del norte, estuvo en EE.UU, más precisamente en Silicon Valley, donde el intercambio profesional y el mundo tecnológico potencian la industria de las “smart homes”.
Para Gigena “el futuro viene con mejores ambientes, mayor eficiencia energética, diseños lo más autosustentables posibles y conectividad a niveles profesionales, y para ello estamos preparados”, finalizó.
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