Antonella Alcoba se define como una emprendedora sin límites y nómada por elección. Nació hace 25 años en Mar del Plata pero a los 8 meses se fue con su familia a la Provincia de Buenos Aires, cuando cumplió 8 años se mudó a Córdoba y en diciembre del 2019 se instaló (¿definitivamente?) o en Villa La Angostura.
Las ganas de crear su propio negocio la llevaron a impulsar una marca de Comunicación que está inspirada en su modo de vida nómada y que le permite tener una vida sin ataduras.
Buena Comunicación nació en marzo de 2020, justo unos días antes de la pandemia. “Surgió por la necesidad de poder empezar a crear un estilo de trabajo propio en donde pueda aplicar mi experiencia y conocimientos a lo largo de muchos años. No me hallé en ningún laburo en relación de dependencia y decidí ser la jefa de mi negocio y que me permita tener una vida nómada. Llevo mi negocio a todos lados”, relató Antonella para IN Neuquén.
El negocio está dirigido a emprendimientos que quieran lo mismo que ella: la libertad. Y agrega: “busco trabajar con gente que quiera escalar en su negocio para poder vivir de lo que les apasiona”.
Sus objetivos en el emprendimiento se potenciaron en la pandemia: “quiero cambiar la cabeza de la gente y empezar a notar que cada emprendedor necesita algo más que lo físico y no solo me refiero a una red social”, comentó. Su principal impulso este año es volver a los encuentros presenciales offline y sentir la conexión con la gente. Pero también, quiere dar un salto de calidad y que conozcan su marca en gran parte del país, y por qué no expandirse en el exterior.
Inmersa desde hace más de 3 años en el mundo laboral bajo relación de dependencia, Antonella solo se dedicaba a trabajar sin momentos de relajación hasta que un día colapsó. “Tuve una parálisis en la mitad de mi cuerpo y no pude caminar por varios días. A partir de ese momento, empecé a conocer el mundo de la relajación y descubrí el mindfulness”. Su crisis la atravesó por completo y desde allí solo le quedaba tomar impulso y resurgir. Estudió Mindfulness digital en la Universidad Nacional de Córdoba y Mundo E, una escuela de negocios y ahora también se dedica a las asesorías personalizadas, brinda talleres de redes sociales, liderazgo, comunicación y profesionalización de los negocios en el mundo digital.
Con el mindfulness descubrió un nuevo mundo y una forma de trabajar que la hacen feliz.
“El síndrome de quemarse la cabeza hasta explotar es algo muy usual entre los emprendedores. El beneficio es estar más consciente de lo que estamos viviendo y lo que estamos haciendo, como cuando estamos pasando un momento lindo y concentrarse en eso, pero sobretodo entender cuándo nuestro cuerpo necesita descansar”, sintetizó la emprendedora.
En 2021 lanzó un Programa de cinco encuentros para mujeres líderes en negocios digitales llamado “Mujeres que sí”, que si bien tenía como objetivo brindar herramientas, su objetivo era crear una tribu de apoyo y acompañamiento entre mujeres y poder compartir sus experiencias. ¡Atentas! Pronto se viene la Segunda Edición.
Para cerrar la entrevista, Antonella nos contó lo que significa para ella trabajar en la Patagonia, precisamente en Villa La Angostura. “Me gusta vivir en el bosque, rodeada de la naturaleza, me da calidad de vida, y siempre lo soñé. Tengo mi oficina en el centro de la ciudad y mi hábitat es fuera de casa”.
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