El comercio Cruz del Sur fue abierto el 31 de agosto de 1969 - relata en exclusiva para IN Neuquén Norma Reinoso, actual dueña y panadera - por su dueño Antonio Domene Requena, sus padres Don Antonio y su mamá Doña María Dolores y hermanos Maribel, Remedios y Felix, quienes llegaron el 21 de Mayo de 1958 a Neuquén a las 16 hs., por el Ferrocarril General Roca, desde España, Alcóntar provincia de Almería.
Desde el inicio, asumieron la responsabilidad de elaborar productos de calidad, con una variedad tanto en panes, productos salados y dulces. En su logo original se destacó y reconocía como “La boutique del pan”.
Se destacan desde 1985 por ser la primera panadería del país en dejar de usar Bromato de Potasio y conjuntamente bajar el agregado de sal al 50% en todas sus fórmulas.
El dueño, Antonio, contó que el día de la inauguración del comercio “hicimos pan y muchas facturas y se regaló, no se cobró y se invitó a los vecinos/as. Así nos dimos a conocer”, relató.
A partir de entonces, Antonio explicó que el local fue creciendo: “Entre el año 85 y el 95 fue el apogeo de la panadería, después empezaron a llegar los supermercados y todo ese comercio chiquito fue disminuyendo a medida que los hipermercados iban absorbiendo la clientela”, sostuvo.
En Marzo de 1996 arribó Norma del Valle Reinoso a prestar un servicio de auditoría. “Desde 2003 tengo el pase de sostener y continuar con la trayectoria de sus fundadores. Pasando por cambios necesarios para poder seguir sosteniendo ante las crisis la hermosa tarea de elaborar productos de primera necesidad”, comentó Norma. Además, agregó “con la demanda de los clientes diversificamos el servicio, incorporando otros productos de almacén, lácteos y bebidas para asegurar así nuestros ingresos y la continuidad del comercio”. No existen fórmulas mágicas para mantenerse en el tiempo pero la Panadería logró adaptarse a los cambios de la ciudad y acompañar a las familias neuquinas en resolver sus necesidades básicas, “el sentido del negocio cambió cuando dejamos de elaborar mucha variedad para dedicarnos exclusivamente a lo que nos pedía el cliente”, sostuvo la dueña. La panadería también cambió su slogan y se convirtió en una frase motivadora: "desde 1969 junto a las familias neuquinas".
Actualmente está acompañada por sus hijos, Javier y José. que día a día le ponen mucho esfuerzo y dedicación en la actividad. empleados, panaderos (Samuel y Jesús) que llegaron y supieron ganarse su lugar y respeto y dedicados a continuar con las fórmulas heredadas. Marta y Cinthya en la atención al cliente, receptoras de las inquietudes (quejas y alabanzas) de los clientes.
Con 52 años de historia en la ciudad, desde la Municipalidad le otorgaron una distinción: “el reconocimiento es muy bueno porque cuando abrís un comercio hay una historia atrás. Lo que ofrecemos es lo que hacemos todos los días, la gente entra buscando lo diario para la mesa, para compartir y llegamos a algo muy lindo que es la esencia de todo lugar”, cerró Norma.
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