El informe revela que el liderazgo femenino es más notable en los emprendimientos con menos de 7 años de antigüedad, donde las mujeres ocupan el 39% de los puestos de decisión. En las pymes con una antigüedad de entre 7 y 15 años, representan el 37% de los cargos de conducción. Sin embargo, a medida que las empresas avanzan en su trayectoria, el porcentaje de mujeres en puestos de mando tiende a disminuir ligeramente, llegando a alrededor del 30% en las firmas con más de 10 años de antigüedad.
El informe también revela que el porcentaje de mujeres líderes empresariales varía según la franja etaria. Por ejemplo, el 37% de las empresas con titulares menores de 30 años están lideradas por mujeres. Este porcentaje disminuye a medida que se avanza en los tramos de edad, llegando a su menor proporción (26%) entre las mujeres mayores de 60 años.
En cuanto a la distribución geográfica, el informe destaca que las provincias con las mayores tasas de liderazgo femenino son San Luis (39%), Santa Cruz (37%), Neuquén (38%), Formosa (37%), Santiago del Estero (36%), Salta (36%), La Rioja (36%), Chubut (35%), Corrientes (35%) y Jujuy (35%). En segundo lugar se encuentran la Ciudad de Buenos Aires (34%), Catamarca (34%), Tucumán (34%), Río Negro (34%), Buenos Aires (33%), Mendoza (33%), Santa Fe (32%), Tierra del Fuego (32%), Misiones (32%), Entre Ríos (29%), Chaco (30%), La Pampa (31%), San Juan (31%) y Córdoba (31%).
Maricel Benítez, representante de la Confederación Federal PYME Argentina, expresó su preocupación por las asimetrías existentes en el liderazgo femenino en las micro, pequeñas y medianas empresas a nivel nacional. Aunque el 45% de las empresas en este sector están lideradas por mujeres, el 29% de ese porcentaje corresponde a mujeres que ni siquiera cuentan con servicios bancarios. Estas asimetrías afectan principalmente a las provincias del Norte, no solo en términos de desarrollo productivo, sino también de desarrollo humano.
El aumento de la presencia de mujeres en puestos de conducción en PYMES es un avance importante para la equidad de género en el ámbito empresarial. Sin embargo, es necesario abordar las asimetrías existentes y brindar apoyo a las emprendedoras, especialmente en aquellas regiones donde la brecha es más pronunciada.
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