La propuesta reunió a figuras consagradas de la cocina internacional, talentos emergentes, bodegas emblemáticas y emprendedores locales que compartieron sus productos y su oficio. El encuentro se desarrolló en escenarios icónicos de la región, combinando la alta cocina con la identidad territorial y paisajes incomparables.
Las sedes elegidas fueron Las Balsas Relais & Châteaux, Cerro Bayo, La Delfina y el Correntoso Lake & River Hotel, que ofrecieron marcos únicos para que la cocina y los productos patagónicos brillaran con protagonismo. Cada jornada tuvo su impronta y mostró cómo la gastronomía puede generar comunidad, encuentros e identidad.
La apertura en Las Balsas Relais & Châteaux estuvo a cargo de Gonzalo Aramburu (Aramburu, Buenos Aires – dos estrellas Michelin) y Duván Ochoa (Las Balsas, Villa La Angostura). El menú incluyó un consomé de ave y pino y un postre de dulce de leche, chocolate y frambuesa, que sintetizaron técnica, sensibilidad y estética en un entorno de refinada elegancia.
La segunda jornada comenzó en la cima de Cerro Bayo, donde Rodrigo Toso (Restaurant Gouda, Punta del Este, y Hotel Catedral Ski & Wellness, Bariloche) y Emiliano Gasque (Rosell Boher Lodge) presentaron un osobuco sobre cremoso aligot con quesos Ventimiglia, uno de los platos más celebrados del festival. Además, una mesa de productores ofreció quesos artesanales, ahumados y dulces regionales.
Por la noche, en La Delfina, se vivió un encuentro más íntimo con un menú diseñado por Javier Rodríguez (El Papagayo, Córdoba, distinguido en Best Chef Awards 2024) y Jorge Lorenzo (Tinto Bistró y La Delfina). El icónico huevo con arrope de chañar y crema ácida, servido en una caja con sal, generó sorpresa. Luego, un cordero asado con hongos y café y un postre de calabaza con helado de pistacho completaron una velada memorable.
El cierre tuvo lugar en el Correntoso Lake & River Hotel, donde Sebastián Weigandt (Azafrán, Mendoza, una estrella Michelin) y Lucas Dabrowski (Correntoso Lake & River Hotel, Villa La Angostura) ofrecieron un menú centrado en la identidad patagónica. Conejo con rosa mosqueta, trucha patagónica y chivito con membrillo fueron parte de una propuesta que integró producto local y tradición.
La creadora del festival y CEO de The KullHaus, Marcela López Ghitta, señaló que cada edición es única pero todas tienen en común la emoción de compartir experiencias gastronómicas transformadoras. “Este año vivimos momentos irrepetibles, con chefs que trajeron su arte hasta la Patagonia, productores que compartieron su historia y un público que se dejó sorprender. Nos vamos con la certeza de que la cocina une y genera encuentros que quedan en el alma”, expresó.
El encuentro contó con el apoyo de bodegas, empresas y organismos públicos que respaldaron la visión de excelencia y sostenibilidad. Entre ellos, Cerro Bayo, Rosell Boher, Gin Bosque, Oliovita, Hertz, Ramo Filos, Kankay, Life Seguros, Provincia de Neuquén, Cámara Argentina de Turismo, Secretaría de Turismo, Ambiente y Deporte, Vicejefatura de Gabinete del Interior, Municipalidad de Villa La Angostura Turismo y Gustar.
La fusión de gastronomía de autor con productos patagónicos y paisajes únicos consolidó a Villa La Angostura como un destino de referencia para la cultura enogastronómica de Argentina. Sabores que Unen 2025 volvió a demostrar que la cocina es un lenguaje universal que une territorios y personas.
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