Al tema ya lo catalogaron como “imposible”, porque puede generar una situación social gravísima, y en definitiva un quebranto en la cooperativa, que se verá obligada a seguir brindando la energía eléctrica a los consumidores (por tratarse de un servicio esencial), sin posibilidad de recupero de los costos ante la imposibilidad de pago de esos usuarios.
“Es claro que Calf no puede por sí misma decidir el aumento de la tarifa de la energía eléctrica, pues ello tiene que ser dispuesto por el estado municipal concedente del servicio”, indicaron esta semana.
Desde Calf manifestaron que “no pueden seguir reconociendo y abonando a Cammesa el valor de la energía fijada por el gobierno nacional, esto puede implicar un irreparable perjuicio para los usuarios neuquinos, para sus asociados y para la propia cooperativa”. Y también –sigue- “implicará un posterior y gravísimo perjuicio a Cammesa y al MEM (Ministerio de Energía y Minas) ya que de continuar con esta situación, Calf corre serio riesgo de no poder pagar nada por la energía que adquiere al MEM y que distribuye a sus usuarios”.
En resumen, los argumentos por el cual Calf se opone al último aumento son los siguientes:
La política de quita de subsidios y el consiguiente aumento para la cooperativa Calf fue imposible de prever a comienzos del año 2.016, esto incrementó los costos de compra de energía de la cooperativa de más del 2.400%.
La inflación durante estos 3 años en la provincia fue de un 150%, pero la factura eléctrica sufrió aumentos del 465%, es decir, 3 veces más que la inflación. Y pese a ello, el aumento de la factura de Calf apenas alcanzó a un quinto del aumento del costo de la energía.
Hoy notan un aumento en el índice de morosidad de más del 20%, siendo indiscutido que el servicio de energía eléctrica es ya uno de los “servicios esenciales”.
La situación para Calf es más complicada ya que fue notificada de una cautelar por “la efectiva aplicación y vigencia de la Resolución N° 366/18”, es decir que debe cumplir con los nuevos valores a pesar de las dificultades que sufre, incluso Cammesa ya reveló que “si las distribuidoras de energía no pueden pagar toda la energía que distribuyen, y el estado no cubre esas diferencias, el sistema colapsará”.
Tu opinión enriquece este artículo: