La empresa de servicios petroleros se encuentra en la última etapa de desinversión en el país, pero de acelerarse los plazos durante el primer trimestre de este año podría conocerse quién será la que ocupe su lugar como socia estratégica de YPF en ese bloque.
En diciembre pasado, previo a la designación de Guillermo Nielsen como presidente de la petrolera nacional, se conocía el récord alcanzado por ambas, ya que a través de una extensión horizontal de 3.890 metros en un pozo de shale oil en el área Bandurria Sur, las posicionaba en lo más alto del podio.
Este nuevo hito se enmarcaba en la carrera de las petroleras por mejorar la competitividad de sus pozos, frente a las exitosas formaciones Permian o Eagle Ford, de los Estados Unidos. Ahora, Schlumberger se va y propuso como una nueva estrategia de negocios achicar sus gastos, basándose además en proyecciones negativas sobre el crecimiento de la producción de petróleo y gas no convencional en ese país.
En Bandurria Sur se habían comprometido unos US$ 6.300 millones para el periodo 2019-2050, con perforación de unos 500 pozos y la construcción de una planta de tratamiento de petróleo.
El área está rodeada por otras “grandes” que ya están en etapas de desarrollo continuo como Loma Campana (YPF–Chevron) más al sur, luego al norte con Bandurria Centro (PAE), parte de La Amarga Chica (YPF-Petronas) al este y un sector de Bajada de Añelo (Shell-YPF) en el oeste.
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