La reunión se llevó a cabo en el Cultrum y Santuario de Ceferino Namuncurá y fue presidida por el lonco de la comunidad, Francisco Cañuqueo, y la presidenta de la Subcomisión Ceferiniana, Dulce María Namuncurá. Durante el encuentro, los anfitriones compartieron detalles sobre las acciones que se desarrollan en el lugar, las cuales están profundamente ligadas a la afluencia constante de personas motivadas por su fe.
El sitio se ha transformado en un punto de referencia para peregrinos y visitantes que, cada día, llegan desde distintos puntos del país. En este contexto, la subsecretaría de Turismo busca acompañar y fortalecer el desarrollo de una red que conecte distintas localidades, sitios históricos y celebraciones religiosas bajo la propuesta del Camino de la Fe.
Como parte de la jornada, se realizó un recorrido por varios espacios significativos dentro del territorio de la comunidad. Se visitó el cerro de la Cruz, donde se encuentra un busto de Ceferino, así como el cementerio de la comunidad, donde descansan los restos de su madre, Rosario Burgos. También se exploró la costa del río y un cerro con arte rupestre en su base y orientación hacia el paraje La Rinconada.
El itinerario concluyó con una visita a la capilla construida en 1951, situada dentro de los límites de la comunidad. A lo largo de unas cinco horas, los representantes de la comunidad y los funcionarios provinciales compartieron un espacio de diálogo e intercambio, en el que se valoró el rol espiritual y cultural del santuario.
El Camino de la Fe en la provincia tendrá una extensión de más de 800 kilómetros y permitirá a los visitantes conocer más de 40 capillas, monumentos, lugares sagrados y sitios históricos. El recorrido incluirá festividades populares y peregrinaciones que reflejan el acervo religioso y cultural del pueblo neuquino.
El desarrollo del Camino de la Fe busca integrar no solo sitios de culto, sino también el entorno natural y la historia de cada región. De esta manera, se impulsa un modelo de turismo sustentable y respetuoso, que promueve el arraigo y el fortalecimiento de las comunidades anfitrionas.
La figura de Ceferino Namuncurá, beato de la Iglesia católica, ocupa un lugar central en esta propuesta. Nacido en Chimpay, provincia de Río Negro, Ceferino viajó en su juventud a Buenos Aires y luego a Roma, donde falleció a los 18 años tras una intensa vida dedicada a su vocación religiosa.
El santuario de San Ignacio es uno de los puntos más visitados en la región y su incorporación al Camino de la Fe responde a la necesidad de poner en valor tanto su significado espiritual como su potencial turístico. Junto a Junín de los Andes, se consolida como un hito de referencia en este circuito.
Este proyecto cuenta con el respaldo del ministerio de Turismo del Neuquén y se enmarca en las políticas provinciales de diversificación de la oferta turística. A través del mismo, se busca fomentar nuevas motivaciones de viaje y descentralizar el flujo de visitantes hacia distintas regiones del territorio.
Además del componente religioso, la propuesta incluye la posibilidad de conocer el patrimonio mapuche, integrando la cosmovisión de los pueblos originarios en un recorrido que invita al respeto por la diversidad cultural. Esta articulación resulta clave para la construcción de un producto turístico genuino.
Las autoridades destacaron el compromiso de la comunidad anfitriona con la preservación del sitio y su apertura a colaborar en la planificación estratégica. Este trabajo conjunto permitirá avanzar en acciones concretas que mejoren la experiencia del visitante y garanticen el cuidado del entorno.
Con esta iniciativa, Neuquén se suma a otras provincias argentinas que han desarrollado rutas turísticas vinculadas a la espiritualidad. El Camino de la Fe se perfila como una herramienta para impulsar el desarrollo regional, generar empleo local y promover un turismo con identidad.
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