Con más de 15 mil habitantes y 30 km. antes de llegar a San Martín de los Andes, se encuentra Junín de los Andes. Ubicada en el Corredor de los Lagos, Junín es conocida porque atesora los restos del Beato Ceferino Namuncurá, el parque temático de esculturas Vía Christi, y las mejores truchas del país y el mundo. También conocida como “el faro de la fe”, la localidad es la más antigua de la provincia del Neuquén. Sus primeros habitantes fueron los mapuche; les siguieron criollos, salesianos y familias de inmigrantes, entre ellas, árabes.
Entre los atractivos que distinguen a la localidad, se encuentra el restaurante Ruca Hueney, un lugar familiar en el que Fadua “Pepita” Buamscha y los suyos reciben al visitante con ricos platos que mezclan y asocian los estilos y tradiciones árabes y criollas.
Ruca Hueney es una casa de comidas de fachada antigua (remodelada con el tiempo) que se ubica en una de las esquinas más céntricas del pueblo, frente a la plaza central. Se considera como un paso obligado para turistas y aventureros que llegan al sur.
“Primero, se comenzó con un proyecto con pocas mesas con un menú sencillo y cocina chica. Los primeros platos fueron de pasta y milanesas, y luego incorporamos ciervo y truchas y después con el tiempo la comida árabe”, dijo Pepita.
Para quienes vayan por ahí, sabrán que del fuego y la pasión por la cocina salen platos con personalidad. Entre ellos, los fríos de origen árabe como el hammus bi tahine (puré de garbanzos), hammus bit amine con carne, labben (yogurt colado y condimentado), keppy crudo o el tabbule (ensalada a base de trigo, pepino, perejil y tomate).
Entre los platos calientes se puede elegir las sfiha (empanadas árabes), keppe mashuie (keppy cocido), keppe bi sainie (keppy relleno), mahshi malfuf (hojas de repollo relleno) y warak (hojas de parra rellenas).