En Casteando Sabores se vio de todo. Se pudo contemplar a Christophe junto a Buzzo y Leiva, guiados por Claudio Abraham,junto al intendente de la ciudad disfrutando a pleno de la última flotada por el río Chimehuín, tras una gran temporada de pesca deportiva en Neuquén.
También Christophe recorrió el Vía Christi y, deslumbrado, recibió como obsequio de las manos de Carlos Corazzini una escultura que recrea una de las estaciones de esta increíble obra de arte del turismo religioso en Junín de los Andes.
Yanina Toribio dio una maravillosa clase de cocina para niños y los pescadores sorprendieron con apasionantes talleres de atado de moscas para chicos y grandes. Unos 50 stands de productos y servicios, en general vinculados a la gastronomía, con propuestas de cervezas artesanales, vinos, dulces, chocolates, panes, así como artesanías y propuestas artísticas, dieron forma y color al gimnasio de los Salesianos que quedó muy bien vestido y fue visitado por cientos de personas.
La cena show de seis pasos fue un punto aparte. El salón Rancho del Ejército hermosamente decorado y dos brigadas de cocineros juninenses que prepararon dos menús de alto vuelo a base de carnes de ciervo, truchas, piñones y frutos rojos para unos 350 comensales, que pudieron votar sus platos favoritos. La alta gastronomía y el uso de productos regionales sin duda pusieron en valor a un producto turístico en crecimiento y que, combinado con los otros tantos atractivos de que ofrece Junín de los Andes, empuja a la consolidación de este destino en la provincia de Neuquén.
Un evento arrollador, de tres días, con cocineros todos de alto nivel y una gran proyección hacia el futuro fue lo que propuso la fiesta. Y como si fuera poco, se desarrolló al cierre un guiso solidario para mil personas, de la mano de los cocineros Juan Rivera y Guillermo Ponce de León.