De acuerdo con el informe, el promedio mensual de puestos callejeros fue de 25,3 durante los primeros seis meses de este año. Esta cifra representa un aumento interanual del 7,8% respecto al mismo semestre de 2024, cuando se contabilizaron en promedio 23,5 puestos. Sin embargo, el volumen total continúa lejos de los valores observados entre 2017 y 2019, cuando la cantidad promedio superaba los 37 puestos por mes.
Los datos confirman que el fenómeno de la venta ambulante se mantiene contenido tras el impacto de la pandemia. Entre el segundo semestre de 2021 y el primer semestre de 2025, el promedio semestral de puestos se ubicó un 31,3% por debajo de los tres años previos al Covid-19. Desde la reapertura, solo en el segundo semestre de 2021 se logró rozar los 30 puestos mensuales, sin que volviera a alcanzarse ese nivel en los períodos posteriores.
La distribución territorial de los puestos se concentró principalmente en cuatro arterias céntricas: Sarmiento, Mitre, Perito Moreno y Alcorta. En conjunto, estas calles reunieron el 80,9% del total relevado, dos puntos más que un año atrás, cuando su participación era del 78,7%. La calle Sarmiento se consolidó como el espacio con mayor presencia de puestos, con un promedio de 8 por mes, seguida por Mitre, con 5,7, y Perito Moreno, con 3,5.
El análisis interanual de cada calle muestra diferencias significativas. Mientras Perito Moreno y Alcorta experimentaron incrementos del 61,5% y 53,8% respectivamente, Mitre registró una baja del 8,1% y San Luis cayó un 22,2%. La Avenida Olascoaga también mostró un descenso del 12,5% en la cantidad de puestos callejeros en comparación con el mismo semestre del año pasado.
Por otra parte, si bien el total creció en términos generales, la mayor parte de este aumento se produjo en las calles, que exhibieron una suba del 9%, mientras que en la avenida principal se redujo la cantidad de vendedores informales. Esta dinámica sugiere una preferencia creciente de los vendedores por sectores peatonales o con mayor afluencia de transeúntes.
El relevamiento se realizó con una metodología que incluyó recorridas en distintos días y horarios a lo largo de cada mes, excluyendo jornadas de lluvia o feriados. La medición solo considera los puestos instalados en un lugar fijo, incluso cuando sean precarios, y no a los vendedores ambulantes que circulan por la vía pública.
El informe resalta que, pese a la recuperación paulatina observada desde 2022, la venta callejera neuquina permanece lejos de los niveles históricos. Entre 2012 y 2019, el promedio mensual de puestos había mostrado una tendencia creciente que fue interrumpida abruptamente por las restricciones sanitarias de la pandemia.
El Observatorio Económico de Acipan elabora estos datos semestralmente, con el objetivo de aportar información sistematizada sobre una actividad que impacta en la dinámica comercial de la ciudad. La entidad destacó que continuará monitoreando la evolución del fenómeno en un contexto económico desafiante, donde la informalidad convive con los comercios establecidos en el centro neuquino.