Shell ahora cumplirá el rol de operador –con lo que esto significa- en ese sector para continuar impulsando el desarrollo hidrocarburífero de la cuenca neuquina, donde lleva invertido más de 500 millones de dólares (aprende y conoce de la mano de la petrolera estatal). Actualmente está operando las áreas Sierras Blancas, Cruz de Lorena, Coirón Amargo Suroeste y Águila Mora.
La participación en la concesión de explotación no convencional quedó conformada de la siguiente manera: YPF posee el 35%, O&G Developments Ltd. Sociedad Anónima (subsidiaria de Shell) un 50%; e YSUR, el 15%.
A partir de este acuerdo, se espera una inversión mayor a los 2.000 millones de dólares durante los próximos 10 años, a partir de un programa de trabajo que incluye la perforación de 150 pozos con objetivo a la formación Vaca Muerta, con los que se estima alcanzar un “plateau de producción” de 3.100 metros cúbicos diarios de petróleo y la inyección de 6 millones de metros cúbicos diarios de gas.
Para el presidente de Shell Argentina, Teófilo Lacroze, este acuerdo “es un orgullo y nos sentimos depositarios de una gran confianza por parte de YPF. No sólo es la primera área donde somos socios, sino que además tienen la confianza de pasarnos la operación de Bajada de Añelo. Contamos con poder lograr una curva de aprendizaje, intentando combinar el conocimiento que YPF tiene de Neuquén y de su experiencia en no convencionales, con la experiencia que hoy tiene Shell en las áreas que explotamos, pero también en nuestro portafolio internacional”.
El presidente de YPF, Miguel Ángel Gutiérrez, explicó que se trata de una inversión “en dos fases para completar un piloto de 447 millones de dólares, que es muy importante”.