La espera se terminó. Ya se acabaron aquellos días de impaciencia, cuando las noticias revelaban que en otras partes del país abría una sucursal y aquí en la provincia, su llegada estaba aún demorada.
Ahora -mejor dicho, desde este jueves y el sábado- aquellos seguidores calmarán sus ansias y podrán disfrutar diariamente de todos los servicios que brinda Starbucks, porque saben que reciben una prestación genuina en un ambiente acogedor, todo gracias a esa magnífica y original manera de ofrecer otra forma de tomar café tostado, preparado por manos expertas.
Y mucho más ahora que se conoció Starbucks Rewards, un programa de lealtad que permite a los que paguen su cuenta con su “Starbucks Card” (el medio de pago exclusivo del programa, que se carga con dinero a gusto), acumular estrellas (“stars”), para luego ubicarse en uno de los tres niveles de membresía existentes (Welcome, Green y Gold), y a partir de ahí obtener beneficios exclusivos.
Para la marca, su labor no sólo se concentra como abastecedora de café, sino que uno de los objetivos centrales también es estar con todo lo relacionado al disfrute, para que cada visitante sienta una experiencia gratificante al pasar por cualquiera de sus tiendas.
La apertura de Starbucks en Neuquén refuerza la presencia de la empresa en una de las ciudades más importantes de la Patagonia. Hoy sus cafeterías ya se convirtieron en puntos de referencia para los amantes del café y para quienes aseguran “pasar” momentos divertidos en sus locales.
Porque los clientes que acuden a Starbucks buscan charlar, reunirse o trabajar. Es un lugar de encuentro, parte de la rutina diaria.
Quienes ya han visitado alguna de sus tiendas, siempre esperan por volver, y en aquellos que sólo los comentarios les han generado expectativa – como los que apuntaban a Neuquén- , por suerte esa situación se terminó y ya nos vamos para allá.