El cultivo, que cumple un rol clave como forraje en la producción bovina y porcina, presenta un alto potencial de rendimiento en la región, que históricamente depende del abastecimiento desde la Pampa Húmeda.
La experiencia se llevó adelante en una chacra ubicada en la Picada 17, propiedad de la empresa Arno SA, donde se sembraron cuatro híbridos de maíz provistos por Servicios Cipolletti SRL, con ciclos que iban desde los 104 hasta los 124 días.
Según explicó la ingeniera agrónoma Luciana Tempone, referente del Programa Forrajero de Centro PyME-ADENEU, los rendimientos promedio fueron de 10,5 toneladas de grano por hectárea, lo que demuestra la viabilidad técnica del cultivo en condiciones locales.
El ensayo también tiene antecedentes en otras zonas de la provincia. Hace más de una década, una experiencia en la Estación Agrozootécnica Campana Mahuida, impulsada por el INTA, Aapresid y el mismo Centro PyME-Adeneu, había mostrado resultados alentadores.
En esas iniciativas previas se obtuvieron rendimientos de entre 8.500 y 14.600 kilogramos de materia seca por hectárea, y en el caso de producción bajo pastoreo directo, los volúmenes oscilaron entre 32 y 46 toneladas de materia verde por hectárea.
Tempone destacó que la Patagonia Norte se perfila como una región prometedora para el cultivo de maíz, gracias a su clima favorable, menor incidencia de plagas y posibilidad de alcanzar altos rendimientos.
Sin embargo, aclaró que las buenas condiciones naturales no garantizan el éxito: el manejo agronómico es clave. La temperatura del suelo al momento de la siembra, la densidad, el riego, la nutrición y la elección del híbrido son factores determinantes.
“El éxito del maíz en la región requiere una planificación adecuada, tanto en términos técnicos como en la definición del destino del cultivo: si será usado como grano seco, húmedo o para silaje”, explicó la especialista.
Desde el Centro PyME-Adeneu se ofrece asistencia técnica personalizada a los productores interesados, con el objetivo de evaluar la viabilidad de implementar el cultivo y acompañar las decisiones agronómicas en cada etapa.
El maíz se posiciona así como una alternativa estratégica para reducir costos en la alimentación animal, generar valor agregado local y fortalecer las cadenas productivas de carne en la provincia.
El programa también busca incentivar el desarrollo de nuevos polos productivos en zonas con disponibilidad de agua, como los valles irrigados del norte neuquino y la región de San Patricio del Chañar.
Para más información, los productores interesados pueden comunicarse directamente con el programa escribiendo al correo ltempone@adeneu.com.ar.