“Puerta Oeste” es un vino artesanal que se abre camino desde Senillosa. Viviana Goldstein junto a su marido Julio César, tienen a su favor dos cuestiones: tierras propias y el esfuerzo familiar. En base a la producción propia elaboran sus vinos desde el 2011, pero hace tres años que están comercializándolos. Además, a partir del año pasado han incorporado Cabernet Franc.
Nunca dejaron de intentar y perfeccionarse y por tal motivo, obtuvieron medallas de oro y plata luego de que sus vinos fueran evaluados en la 32° Edición del Concurso de Vinos 2020, organizada por el Consejo Profesional de Enólogos y Centro de Enólogos de San Juan. Las emprendedoras cuentan con la asistencia técnica y financiera de Centro PyME-ADENEU, organismo dependiente del Ministerio de Producción e Industria.
Un poco de su historia
Su nombre, “Puerta Oeste”, se refiere a la ubicación de la localidad de Senillosa, esa entrada a la Patagonia que para ellos tiene tanta significación como para denominarlo así.
En 2010 consiguieron las estacas de Malbec y Pinot Noir y armaron las primeras 7 filas de vinos. En el 2012 se incorporaron al plan vitícola de la provincia de Neuquén a través del Centro PyMEs ADENEU. “Una vez que logramos esa incorporación, nuestro trabajo se tornó más serio. Con el asesoramiento, capacitaciones que comprenden todos los aspectos de nutrición, estructura, manejo, poda, empezamos a experimentar un crecimiento en el conocimiento que se vuelca en el viñedo, logrando fruta de mejor calidad”, comentó Viviana Goldstein.
“Elaboramos nuestros vinos en botellas de 750 cc y la comercialización es regional, local y también llegamos a los lugares más importantes del país”, afirmó la dueña. A raíz de la pandemia, el emprendimiento tuvo que mutar y emigrar a las redes sociales. “Puerta Oeste” tiene un distintivo: son únicos con certificación sin TACC en el país.