El documento se contextualiza dentro de la crisis de la industria a nivel mundial e indica que los ingresos –unos $210.000 millones- representaron un 34,6% de aumento. Pero los precios de los principales productos que la empresa comercializa en dólares mostraron resultados negativos: el precio del crudo local cayó un 12,8 %; el precio de las naftas, un 16,3 % y el gasoil, un 18,6 %.
Un crecimiento del 48,3 % para los costos, variación que explicaron debido a las depreciaciones de bienes de usos que registraron un aumento del 67,6 %, las mayores regalías sobre la producción de petróleo crudo y gas natural (+5.200 millones de pesos) y, por último, el aumento en los precios de biodiesel (+76,3%) y del bioetanol (+45,6%), que impactaron negativamente en el negocio del Downstream.
Durante 2016, la compañía logró mantener los costos de extracción (+28,2%) por debajo de la inflación anual y reconoció en el tercer trimestre pasado un cargo por deterioro de activos (propiedades, plantas y equipos) que fue compensado parcialmente por un recupero de $1.245 millones en el cuarto trimestre de 2016.
Dicho cargo fue motivado principalmente por una reducción del precio del petróleo comercializado en el mercado interno y menores expectativas en el mediano y largo plazo, también dentro de un contexto de precios internacionales deprimidos como explicaron anteriormente.
Durante 2016, YPF logró importantes progresos tanto en la productividad como en los costos en el no convencional. La apuesta de la compañía es expandir el conocimiento que se tiene sobre Vaca Muerta con el lanzamiento de 10 nuevos pilotos durante 2017.