La ciudad de Neuquén ha vivido grandes cambios desde hace más de 50 años, crecimiento demográfico, comercial, industrial, cultural sin precedentes. Además, gracias a esos avances la ciudad se ha convertido en la capital más grande e importante de la Patagonia Argentina.
Por tal motivo, desde la Municipalidad se decidió homenajear a los comercios por su trayectoria y que han sido parte de la evolución y transformación de Neuquén, es decir pequeños y grandes establecimientos que han funcionado por más de 50 años.
La Ordenanza N° 14067 manifiesta que el requisito para poder recibir la distinción de ser “buen comerciante” y no poseer deudas con el Estado Municipal. Durante esta semana las placas también fueron entregadas a “Pizzería Horacito” y “Tienda EDDI”. Serán distinguidos unos 30 locales de distintos rubros económicos.
En este sentido, este miércoles 2 de diciembre, junto al Intendente de Neuquén, Mariano Gaido, se hizo entrega de la distinción a “Casa Bonelli” ubicada en Jujuy 385, esquina Belgrano.
En el local se comercializan más de 26.000 artículos de una gran variedad de marcas. También ofrecen textos musicales, tarjetas y equipamiento para músicos y sonidistas en general.
Jorge Bonelli, su dueño e hijo de Bonelli, su fundador, se mostró agradecido por el reconocimiento y “más acompañados en momentos tan duros como los que estamos pasando”, sostiene.
Bonelli recuerda cómo nació el negocio familiar y “fue un proyecto de mi padre para crear un taller de carpintería. Un amigo de él trajo una Guitarra Española para que aprenda a tocar, hizo sus intentos, pero lo que más le atrajo fue poder llegar a construir una guitarra. Después de años de pruebas en forma autodidacta, creó la primera guitarra aclimatada de esta zona del país. (La denominaba aclimatada porque la construía con maderas que encontró en esta zona de Neuquén, con un clima muy seco)”, comenta Bonelli.
Así fue cómo Bonelli padre siguió mejorando su instrumento y decidió que para vender su guitarra necesitaba ofrecer un estuche que la proteja, cuerdas, libros para aprender a tocar y cancioneros, entre otros elementos. De esta forma la fábrica de guitarras poco a poco se fue convirtiendo en una tienda que vende Instrumentos Musicales y accesorios.
Este año tan complejo por la pandemia del coronavirus, Casa Bonelli pudo, igualmente, mantenerse en pie y “depende – según Bonelli - “de actitud y voluntad que debe tener el equipo de trabajo”. En este sentido, “creo que lo que buscamos permanentemente es dar el mejor servicio posible a nuestros clientes, si ellos están conformes con lo que les damos nos aseguramos una permanencia en el tiempo y si el país lo permite, un crecimiento” finaliza el dueño del local.