El reporte también indica que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el umbral de indigencia, se ubicó en $ 511.801 para ese mismo tipo de hogar. En paralelo, los hogares más numerosos necesitan ingresos aún más altos para cubrir sus necesidades básicas: $ 2.043.847 para no ser pobres y $ 704.775 para no caer en la indigencia.
A nivel nacional, la variación mensual fue del 3,1% para la CBT y del 3,2% para la CBA, evidenciando que la inflación sigue concentrándose especialmente en alimentos y servicios esenciales. La tendencia continúa afectando a los presupuestos familiares, con incrementos que superan la capacidad de ajuste de muchos hogares.
El estudio de FAECyS, realizado en 94 puntos del país y basado en la evaluación de 53 productos, confirma que el costo de vida sigue presionando el consumo. En el caso de Neuquén, la mayor parte del gasto está impulsada por alimentos y bebidas, que ya superan los $ 235.000 mensuales. A estos se suman vivienda y servicios básicos, transporte y comunicaciones, y salud, rubros que también mostraron incrementos sostenidos.
La medición fue elaborada por el área de Estudios y Estadísticas de FAECyS, con la participación de 44 filiales y la plataforma digital Recabar Online. El monitoreo busca ofrecer un panorama real de la evolución de precios en bienes indispensables y la capacidad de los hogares para sostener su nivel de vida en un contexto económico restrictivo.
Desde el sector gremial, las preocupaciones se profundizan. Ramón Fernández, secretario general del Centro de Empleados de Comercio, alertó sobre el deterioro de la calidad de vida y el impacto en el consumo. “Cada vez hay más cosas que se dejan de hacer, por ser el hecho simplemente de subsistir. Está sujeto al parámetro económico del país, donde el actual gobierno privilegia el punto de vista financiero y no social”, cuestionó.
Fernández también expresó que la economía real muestra signos de desaceleración. “Hay una cuestión de fondo: la rueda económica no se está moviendo y cada vez es más bajo el consumo, donde la gente se vuelca a comprar lo necesario”, lamentó. Sus declaraciones reflejan la creciente preocupación del sector comercial, uno de los más sensibles a la caída del poder adquisitivo.
En este contexto, las cifras de octubre dan cuenta de que el impacto de la inflación continúa golpeando con fuerza a los hogares neuquinos. Con alimentos, servicios y transporte como protagonistas del aumento, la canasta básica se mantiene en un nivel que obliga a las familias a reorganizar gastos y priorizar lo indispensable.
El informe de FAECyS vuelve a instalar en la agenda provincial el debate sobre ingresos, consumo y condiciones de vida, en un escenario donde cada suba mensual vuelve más difícil cerrar el presupuesto familiar sin resignar necesidades esenciales.