A través de la ley 2.247 sancionada durante la emergencia sanitaria, el Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (Iadep) asistió financieramente al proyecto de Neuquén capital. La primera etapa del proyecto consistió en la incorporación del equipamiento necesario para la puesta en marcha del emprendimiento, cuyo foco estuvo puesto en las modificaciones estructurales en la planta, que el emprendedor llevó a cabo con financiamiento propio, como modificaciones realizadas sobre la ampliación de la planta de procesamiento, en relación a los productos vegetales que se procesan.
Cristian Figueroa, gerente general de Easy Veggie explicó que el objetivo de la planta es que “la gente se enamore más fácil de la cocina, que los vegetales estén cortados, lavados y listos para cocinar. Hoy contamos con más de 40 líneas de productos a la venta”.
Ahora, se le otorgó a la firma un nuevo desembolso para iniciar con la segunda etapa, fundamentada en la adquisición del equipamiento necesario para la puesta en marcha de la planta.
“La selección de los proveedores es lo más importante a la hora de pensar en el trabajo de Easy Veggie y además, las capacitaciones al personal, los insumos tecnológicos y el recurso hídrico”, afirmó Figueroa.
Las hortalizas frescas cortadas se obtienen a través de diversas operaciones unitarias de preparación, tales como selección, pelado, cortado, reducción de tamaño, lavado y envasado. Algunos ejemplos de hortalizas frescas son las ensaladas preparadas (lechuga sola o una combinación de hortalizas foliáceas) espinacas cortadas, zanahorias, brócoli y coliflor, entre otras. Dentro de las frutas se destacan manzanas y peras cortadas; y arilos de granada.
El propósito de los alimentos mínimamente procesados refrigerados es “proporcionar al consumidor un producto vegetal (frutas y hortalizas) muy parecido al fresco, con una vida útil prolongada. Y al mismo tiempo garantizar la seguridad de los mismos, manteniendo una elevada calidad nutritiva”, finalizó Figueroa.