Alejandro y Darío se consideran “emprendedores” porque a lo largo de la sociedad que han conformado lograron desarrollar juntos una serie de proyectos del tipo constructivo, también en PH’s, otros más urbanísticos como loteos y hasta una cancha de futbol cinco (6+6 Fútbol de Toque), que tiene ya más de ocho años de entretenidos “picados”.
Desde el día en que decidieron comenzar a desarrollar el proyecto de Bernardino en una antigua casa de la familia Gorbachov sobre calle Rivadavia, céntrica, en un terreno realmente amplio, como todas aquellas viejas construcciones que gozaban de una importante extensión, hoy la realidad marca que han aportado al “mundo” hostel una propuesta que se basa principalmente en esa cultura pero que trae detalles y confort de un alto nivel que hasta sorprende.
Alejandro menciona que “nuestra idea era poder conservar algunos de los espacios que tenía la casa”, eso en parte les permitió sostener un tramo de la historia que tienen estas antiguas construcciones neuquinas, que guardan también esa camaradería, sitios que supieron llenar las horas con invitaciones y reuniones familiares.
Para Darío, el proyecto del hostel “logró volver a poner en valor una antigua casa”, definirse por invertir en hotelería fue para ellos una necesidad que se nota en este sector a nivel local, aunque aclaró que “con este nuevo hostel buscamos jerarquizar esta propuesta porque no es una casa ‘aggiornada’, sino que decidimos ofrecer un concepto boutique”.
La galería de imágenes que acompañan este artículo demuestran que se han construido a nuevo una serie de espacios para ubicar las habitaciones por detrás de la antigua casa, además de reformular el patio interno, y por supuesto la escalera que por fuera dirige a otra tantas habitaciones ubicadas en un segundo piso. Todas estas habitaciones tienen su baño privado, solo comparten un amplio sanitario las únicas dos habitaciones que tenía esa “vieja” construcción.
Neuquén –sobre todo la capital- sigue ampliando su oferta de plazas para un turismo que gracias a estos nuevos emprendimientos comienza a torcer esa idea de “lugar de paso”, algunos ejemplos vistos en el exterior (un viaje por Australia que realizó Gonzalo), y sin recorrer tanta geografía como las propuestas que tiene la Capital Federal, en Bernardino se tendrá una atractiva y estratégica posibilidad de alojarse.
“Además la ciudad –aporta Darío- como capital administrativa de la provincia, genera un flujo de personas que sigue creciendo, notamos mayor movimiento en lo deportivo, por cuestiones de salud, el ritmo de Vaca Muerta”, todo esto conlleva, entendemos también, a su pronta inauguración. “El primero de junio vamos a abrir las puertas de Bernardino”, indica Gonzalo, quien será la cara visible de este primer hostel boutique.
Alejandro menciona que las destacadas características constructivas que le imprimieron a Bernardino, cuestiones que venimos destacando, “hacen al crecimiento que vive la ciudad, este desarrollo lo pensamos como una continuidad de esa superación”.
“La cultura y la idiosincrasia del hostel está respetada, mundialmente hay una tendencia que busca jerarquizar estas ofertas y si bien algunos verán rasgos de un hotel tradicional, piensen que acá se podrá socializar e intercambiar”, explica Darío.
Bernardino tiene capacidad para alojar a unas 69 personas (estará incluida la ropa de cama y el desayuno), las habitaciones disponibles son 18, que se distribuyen en dobles, cuádruples, quíntuples y para 8 personas (incluidas unas 4 del tipo “matrimonial”).
En este nuevo hostel boutique trabajarán unas seis personas entre conserjería, recepcionistas y mucamas; tiene lavadero, cocina y muebles de calidad, y una sala comedor “casi íntima” cercana a la recepción. Afuera se extiende un agradable patio interno, un sector de parrilla y en el segundo piso, sobre una pared, se aprecia un “bellísimo” rostro femenino junto a una luna llena, es un mural del artista plástico Matías Urbieta.