En diálogo con IN Neuquén, Musi recuerda sus inicios, “empezamos haciendo un curso en el puesto de capacitación del Chañar, aprendimos el know how de todo lo que involucra la elaboración del vino, y a medida que fueron pasando los años, y habiendo egresado, no decidimos por salir a producir el nuestro”.
En todo proyecto se notan los aportes personales, aquí el hombre menciona que al principio, “armamos en el quincho de uno de nosotros nuestro microemprendimiento, decidimos largarnos solos, porque nos dedicamos a otras cosas y en nuestros ratos libres hacemos vinos”.
“Más allá de poder elaborar vinos, que nos gusta y mucho, el solo hecho de empezar por regalarlo y recibir de nuestros conocidos su aprobación, nos motivó a seguir por más” explica respecto a sus primeras intenciones.
Al principio empezaron con algunos tanques de plástico, luego de su formación en el Puesto de Capacitación del Chañar, y pudiendo sumar tecnología, es que los primeros resultados buenos empezaban por convencerlos de apostar, y seguir bajo la misma idea inicial: “hacerlo con gusto, con muchas ganas”.
El contacto lo hicimos en la presentación de “Notas de Vino”, una nueva acción que nuclea las partes público-privada y que agrupa a una importante lista de elaboradores y productores de vino artesanal de toda la provincia, que cumpliendo algunos requisitos del Instituto Nacional de Vitivinicultura hoy pueden lanzarse al mercado de forma conjunta.
Actualmente la provincia de Neuquén cuenta con 41 elaboradores de vino casero y artesanal y, en algunos casos producen uva en alrededor de 1.751 hectáreas, distribuidas en 90 viñedos.
La Provincia del Neuquén ha promovido la implantación de vid, desde hace 20 años a esta parte y a través del Programa Provincial Vitivinícola, dependiente de Centro PyME-ADENEU, se brinda asistencia técnica, capacitación e información a los productores de uva y elaboradores de vino del sector.
De la mano de este acompañamiento se ha mejorado la productividad, sanidad y se ha aumentado la superficie productiva de pequeños productores y elaboradores a través de financiamiento propio y de terceros.
En su actualidad Musi explica que los vinos “El Chical” se comercializan desde hace tres años, “y hoy nuestro objetivo es mantener la producción para cubrir todo el año, tenemos clientes que nos piden eso y por suerte, con Centenario y el Chañar, donde abrimos dos locales para la venta de nuestros vinos, estamos lográndolo”, menciona con una sonrisa plena este elaborador.
Si bien las uvas que finalmente se convierten en los vinos de El Chical, este nombre es quechua y así se le conocía al pueblo de El Chañar hace muchos años atrás, son compradas a productores de esa localidad, “pero tenemos que hacer el seguimiento, tomar muestras, elegir el lote que vamos a comprar, y a partir de allí empezar todo el proceso de elaboración”, define Musi.
“Al principio comenzamos con malbec, ahora estamos con merlot, pero cada vez que incursionamos en otras variedades y conocemos sus características, es que rumbeamos el año para uno u otro lado” remarca.
La producción tiene una logística importante, desde la cosecha de la uva, su transporte y el cuidado que allí deben existir, “es que tenemos una inversión altísima para nosotros, esta nueva acción del Centro Pyme nos ayuda y mucho, pero seguimos invirtiendo nosotros, la satisfacción de todo lo que ponemos está bien reflejada en el momento en el cual alguien abre una botella y le gusta el vino que hacemos” refiere Musi también a su producto.
En los concursos locales se han presentado con vinos malbec, merlot, blend, cabernet sauvignon, y los resultados obtenidos fueron positivos, “este espaldarazo que vamos a tener con este nuevo pack y las nuevas etiquetas, sin dudas nos ayudará a futuro a seguir creciendo” finaliza.