Con sede en Cipolletti, Mariana creó un negocio con la mira puesta en crear un producto regional y expandir la cultura del té por los cuatro vientos. Y lo consiguió: desarrolló la línea VIENTOS de TÉ, Blends de la Patagonia, “con el objeto de trabajar hojas de té seleccionadas en las zonas productoras de nuestro país y mezclar con productos del Alto Valle”. A continuación, su historia.
- ¿Comentanos un poco cómo definís tu negocio?
- Inicié habilitando un local muy pequeño con el objeto de difundir la cultura del té en hebras a través de eventos de interés que permitieran reunir un grupos de hasta 10 personas y así dar a conocer el mundo de las hojas de la Camelia Sinensis, la planta del té.
En el año 2016, a través de la idea de un proyecto productivo, aplique a un Pacc Emprendedor del Ministerio de Producción de Nación, que me permitió estar más cerca de alcanzar mi sueño de diseñar una línea regional propia de té en hebras.
A mediados de 2018, se logró habilitar a nivel nacional la primera sala elaboradora de mezclas de té en hebras en la ciudad de Cipolletti, donde pude desarrollar una línea propia, VIENTOS de Té, Blends de la Patagonia, saborizando de forma natural agregando frutas como peras, manzanas, frutillas y frambuesas deshidratadas en la misma sala, un trabajo casi 100 % artesanal. Nos encuentran en el Centro Comercial Flor del Prado, Mariano Moreno y San Luis, local 9, Cipolletti.
- ¿Cuál considerás que es el aporte más significativo que puede llegar a tener tu emprendimiento?
- El aporte más significativo es haber logrado un producto regional, un producto turístico que nos represente a nivel provincial, un alimento totalmente natural que cuente, nuestra geografía e historia a través de diferentes mezclas de té.
Logramos representar a la Patagonia agregando valor a un producto como es la Camelia Sinensis que, en Argentina, se produce en las provincias de Corrientes y Misiones pero le damos la impronta con toda la fruta del Valle de Río Negro y Neuquén.
También considero significativa las propuestas continuas de distintos talleres en el local comercial, donde los interesados tienen opciones culturales que vinculamos con el origen de las hebras y el servicio de té. Desde hace 4 años trabajamos de manera conjunta con la Profesora Marita Molfese en un Té Literario y recientemente, en un taller de Escritura.
- ¿Cómo es ser mujeres y trabajar en el rubro?
-Nos tiene que encantar el servicio. Soy una apasionada de mi proyecto, es como un hijo para mí, y hay que dedicarle muchas horas y nunca dejas de pensar en el mismo.
En gastronomía, cada vez se da más importancia al servicio de té en hebras y el ambiente empieza a considerarlo cada vez más al momento de proponerlo como opción.
Para mí el té fue una respuesta a mí búsqueda de independencia laboral, con el objetivo claro puede llevarse a cabo lo que uno se proponga y mantenerse constante en la búsqueda y trabajar día a día por nuestro desafío.
Es importante la pasión como motor de crecimiento del proyecto y siempre trabajar de forma consciente, dado que siempre tuve presente que trabajaría con alimentos. Para mí, fue el gran estímulo del proyecto, lograr trabajar en lugares que cuenten con todas las habilitaciones y sin duda eso, fue lo que me permitió a largo plazo avanzar y acceder a ferias gastronómicas como Caminos y Sabores en La Rural de Palermo en Buenos Aires.
- ¿Qué proyectos a futuro tenés en mente?
-A futuro, me gustaría ampliar el abanico de producto infusiones con nuevas propuestas siempre agregando valor local.
Participar de ferias gastronómicas y rondas de negocio a nivel nacional para promocionar el producto de la región. Y avanzar con sellos y normas de calidad de producto que permitan el ingreso del mismo a nuevos mercados nacionales e internacionales.
También, proveer a más establecimientos gastronómicos con nuestras hebras de té, actualmente trabajamos para cafetería Margus en Roca y Belgrano de Cipolletti y en Mulata Cafetería & Pastelería en Bahía Blanca.