Luego de tres meses donde la demanda se redujo a causa de los rebrotes de coronavirus en continentes consumidores como Asia, el organismo multilateral estimó que se prevé un crecimiento para fines de este año. La demanda se había contraído en un promedio de 310.000 barriles por día, de acuerdo con el reporte difundido por las agencias AFP y Bloomberg.
No obstante, “ya están surgiendo signos de una caída en los casos de Covid y se espera que la demanda se recupere con fuerza en 1,6 millones de barriles por día (mbd) en octubre y continúe creciendo hasta finales de año", señaló la institución con sede en París.
Sin embargo, tras las dificultades de los últimos meses, se espera que el crecimiento de la demanda sea un poco menor a la prevista originalmente para este año.
En ese sentido, los países nucleados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) consideraron que la demanda mundial de crudo debería superar su nivel previo a la pandemia durante el próximo año, impulsada por las campañas de vacunación y la recuperación económica.
Respecto de la oferta, la AIE afirmó que el huracán Ida afectó gravemente la producción estadounidense en el Golfo de México.
El fenómeno de categoría 4 llegó al área el 29 de agosto y, con la clausura de los centros de producción y las refinerías de la zona, produjo una caída de 1,7 millones de barriles diarios.
Aún existen dificultades en retomar la producción debido a la severidad de la tormenta, y la AIE espera que todavía la producción sea de 650.000 barriles menos al día para el actual septiembre.
De esta forma, pese al aumento de suministro previsto por la OPEP y debido a las disrupciones señaladas, la producción cayó en 540.000 barriles por día en agosto y este se mantuvo sin mayores cambios.
La AIE prevé que recién en octubre se incrementará la oferta mundial: “Los cortes no planificados en el suministro temporalmente pusieron pausa a una tendencia al alza en la oferta que comenzó en marzo, pero se espera que se retome en octubre”, indicó el informe.
Los problemas en la oferta no causaron un impacto en los precios debido a la retracción en la demanda, manteniéndose en alrededor de US$ 70 el barril en el mercado de Nueva York.
Una vez recuperada la demanda nuevamente, la AIE pronostica que continuará la caída en las reservas de crudo, que se prevé que se recuperen a principios de 2002.