Ubicada en el corazón de Loncopué, la Casa de Artesanías no es solo un edificio: es un símbolo. Desde su creación en la década de 1970, funcionó como punto de encuentro, aprendizaje y transmisión de saberes ancestrales. Allí se reunieron mujeres artesanas del pueblo y de la comunidad Millain Currical, dando origen a un espacio donde la cultura local se preserva y se renueva con cada pieza elaborada.
Durante más de cinco décadas, este lugar sostuvo una tradición que trasciende lo productivo. Para muchas familias, la Casa representa la puerta de entrada a un oficio, un espacio comunitario y un puente entre generaciones. Su valor es histórico, afectivo y también económico, porque mantiene viva una cadena de producción artesanal que distingue a Loncopué y al norte neuquino.
Actualmente, la Casa sigue cumpliendo un rol fundamental. Allí, artesanas locales desarrollan su trabajo diario con el acompañamiento de la empresa estatal Artesanías Neuquinas, que provee insumos y materia prima, garantizando continuidad y calidad en la producción. El edificio también funciona como punto de recolección y recepción de piezas, manteniendo activa la comercialización de productos que representan la identidad regional.
La intervención que se lleva adelante apunta a mejorar las condiciones estructurales del edificio, embellecer sus espacios interiores y exteriores y brindar un entorno más adecuado para la creación y exposición de artesanías. Se trata de una obra integral que permitirá optimizar el uso cotidiano del lugar y reforzar su valor simbólico dentro de la comunidad.
La puesta en valor contempla mejoras edilicias que buscan convertir este espacio en un centro cultural más accesible, funcional y representativo. La renovación no solo impactará en la comodidad de quienes trabajan allí, sino también en la experiencia de vecinos, turistas y compradores que visitan la Casa atraídos por la producción artesanal local.
El gobierno provincial destacó que esta inversión forma parte de una estrategia más amplia para acompañar a los oficios tradicionales y fortalecer la identidad neuquina en cada localidad. La revitalización de la Casa de Artesanías es un ejemplo concreto de cómo la infraestructura cultural puede contribuir al desarrollo económico y social de las comunidades rurales.
Para Loncopué, esta obra representa un reconocimiento al rol histórico de las artesanas y una apuesta a futuro. La refacción permitirá no solo preservar un edificio emblemático, sino también potenciar un espacio que funciona como motor de la identidad local y sostén de una actividad económica que se transmite de generación en generación.
A medida que las obras avanzan, crece la expectativa de artesanas y vecinos que ven en esta puesta en valor una oportunidad para renovar energía, ampliar actividades y seguir construyendo comunidad a través del arte y la tradición.
Con esta inversión, la Casa de Artesanías de Loncopué se prepara para un renacer que honra su pasado y fortalece su continuidad en el presente. Una obra que, más que mejorar un edificio, consolida un legado cultural esencial para la vida de la localidad.