San Patricio del Chañar, situado a escasos 48 km de la capital neuquina, se erige como el epicentro de esta efervescencia vinícola. En esta región, caracterizada por viñedos de riego por goteo y bodegas equipadas con tecnología de vanguardia, los amantes del vino pueden sumergirse en experiencias únicas en reconocidos establecimientos como Familia Schroeder, Del Fin del Mundo, Malma y Secreto Patagónico.
Familia Schroeder, una verdadera joya enológica, va más allá de la mera producción vinícola al fusionar vino, gastronomía y paleontología. La historia de esta bodega se entrelaza con la arquitectura adaptada al terreno y los fascinantes fósiles del Dinosaurio Panamericano Saurus Schroederi, descubiertos durante la construcción de la bodega.
La pionera Del Fin del Mundo, desde su inicio en 1999, abre sus puertas para revelar cada etapa de su proceso de producción, desde el playón de vendimia hasta las pasarelas que ofrecen vistas impresionantes a los viñedos. Malma y Secreto Patagónico, también destacadas en este recorrido, contribuyen significativamente a la riqueza enológica que caracteriza a Neuquén.
Otro nombre ilustre en la tradición vitivinícola de la región es Familia Aicardi, ubicada en Picada 5 Norte, manteniendo viva la llama de la tradición desde 1907. Su enfoque en la cosecha manual, la aplicación de tecnología de punta y la maceración pre fermentativa en frío culminan en la producción de vinos de alta gama que añaden un toque distintivo a la oferta de Neuquén.
La Ruta del Vino de Neuquén se presenta como un escaparate de la riqueza vinícola argentina, donde el Pinot Noir, con su elegancia y complejidad, se destaca como un protagonista en ascenso, consolidándose a la provincia como un destino imperdible para los amantes. del buen vino.