Las áreas en cuestión, conocidas como Octógono, Dadín y Al Norte de la Dorsal, son yacimientos históricos que han abastecido tradicionalmente a la refinería de YPF en Plaza Huincul. Desde la perforación del primer pozo en el Octógono en 1918, estas tierras han sido parte integral de la industria petrolera en la provincia de Neuquén.
La decisión de YPF de vender estas áreas forma parte de una estrategia más amplia impulsada por el nuevo gobierno de Javier Milei, que busca enfocarse en los yacimientos no convencionales, especialmente en el lucrativo negocio de Vaca Muerta. Como resultado, la empresa estatal ha iniciado un proceso de venta a través del banco Santander, que se espera que concluya en julio.
Este cambio de enfoque plantea interrogantes importantes para la comunidad local. En primer lugar, la posible transferencia de tierras a otra empresa podría tener un impacto significativo en el desarrollo urbano del área. Además, existe preocupación por el destino de los trabajadores petroleros que actualmente se desempeñan en estas áreas, así como por el futuro de las empresas de servicios petroleros que tienen contratos a largo plazo con YPF.
A nivel político, el proceso de venta ha generado debate. Mientras que en Neuquén aún no se han pronunciado desde el gobierno sobre esta cuestión, el diputado Darío Martínez ha presentado un proyecto de ley que propone que las empresas concesionarias contraten a pymes o empresas locales para operar los pozos petroleros, en lugar de venderlos o revertirlos a la provincia.
Por otro lado, la falta de información sobre el proceso de venta en Santa Cruz ha suscitado preocupación, aunque se espera que la mayoría de los bloques operados por YPF en esa provincia sean revertidos a Fomicruz, la empresa provincial, para su relicitación.
La venta de estas áreas históricas de producción petrolera en Huincul marca un cambio significativo en el panorama económico y social de la región. A medida que avance el proceso de venta, será crucial monitorear su impacto en los trabajadores, las empresas locales y el desarrollo urbano, así como evaluar las posibles implicaciones políticas a nivel provincial y nacional.
La venta de estas áreas también plantea desafíos económicos y sociales adicionales para la región. Por un lado, existe la preocupación de que una empresa más pequeña que adquiera estas áreas pueda optar por reducir el personal, lo que podría afectar negativamente a la comunidad local, que históricamente ha dependido en gran medida de la industria petrolera para su sustento. Además, la posible competencia en nuevas licitaciones para las empresas de servicios petroleros podría generar tensiones y dificultades, especialmente si las empresas locales o regionales no están preparadas para enfrentar recortes o precios más bajos.
En este contexto, es fundamental que las autoridades locales, provinciales y nacionales trabajen en conjunto para garantizar una transición suave y justa en el proceso de venta de estas áreas. Se necesitarán medidas para proteger los empleos, apoyar a las empresas locales y promover un desarrollo económico sostenible en la región. Además, se requerirá una mayor transparencia y participación pública para asegurar que los intereses de la comunidad sean tenidos en cuenta en todo momento durante este período de cambio significativo en el sector petrolero.
YPF venderá áreas históricas en Huincul (¿qué significa para la región?)
En un movimiento estratégico que marca un cambio significativo en el panorama petrolero de la región, YPF, la emblemática empresa estatal argentina, ha anunciado la venta de áreas clave en el ejido de Huincul. Este anuncio ha generado preocupación e incertidumbre tanto a nivel local como regional, ya que estas áreas tienen una larga historia de producción petrolera y han sido pilares fundamentales en el desarrollo económico de la zona.
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