Un ejemplo de este nuevo mercado es que se conoció que Fecovita tiene proyectado lanzar en el mercado interno Dilema, elaborado por Bodega Estancia Mendoza, con un millón de latas, “con un fraccionamiento de 269 ml para las variedades Dilema Sparkly Pink, y Dilema Sparkly Blanco”.
Por su parte Ball Corporation, la empresa que desarrolla las latas de aluminio en el país, comunicó que “el vino en lata abre nuevas posibilidades de expansión del consumo en el mercado y reducción del impacto medioambiental. Evidencia de ello es el crecimiento que se observa de esta categoría a un ritmo del 50% en Europa y Estados Unidos, lo cual representa una de las mayores expansiones de la industria vitivinícola.”
La Bodega Santa Julia, de la Familia Zuccardi, pondrá a la venta desde este mes sus primeros vinos en lata en el mercado doméstico. Ana Amitrano, gerenta comercial de Familia Zuccardi, informó a los medios que “en Argentina vamos a lanzar un Chenin Dulce Natural, en latas de 330 cm3”.
Otro actor es la Bodega Bianchi, que saldrá al mercado con un vino gasificado de baja graduación alcohólica en lata también para antes de fin de año.
Por su parte, el Grupo Peñaflor también dejó conocer que “estudia lanzar sus vinos gasificados Frizzé y alguna etiqueta de la sanjuanina Finca Las Moras”, como fue publicado semanas atrás. Una apuesta fuerte que afuera marca tendencia, acá se convierte en la próxima movida de las máximas bodegas argentinas.
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